He necesitado unas semanas desde que corrí la Maratón de Valencia para reflexionar y poner todo en su sitio y poder terminar la crónica, porque reconozco que me dejó un poco tocado. Cuando corres tu primera maratón, debes ser modesto con tus expectativas y no marcarte un tiempo con el que puedes llegar a sufrir y no disfrutar de la carrera. También es cierto, que cuando has hecho muchas medias maratones, tanto de asfalto como de montaña y otro puñado de maratones y ultras de montaña, parece que el esfuerzo de una maratón lo vas a tener controlado, pero en asfalto la cosa cambia.
Empecé a preparar el maratón en julio, madrugando y saliendo a correr a las 6:30 para coger la mejor temperatura del día, otro horario es imposible. Y conseguí llegar en un buen estado de forma al inicio del planning específico, que nos ha ido facilitando José Garay. En principio me marqué el objetivo de SUB 3:45, aunque siempre iba un poco por debajo en los ritmos que me marcaba, más cerca de SUB 3:35.
El mes de septiembre fue muy intenso y el test del 10K Nocturno de Albacete el 06/10 fue bastante bien, aunque el ritmo elevado de la carrera me dejó un regalo en forma de periostitis que me fue acompañando en toda la preparación. Al final, la conseguí controlar gracias a mi amigo Alejandro Charques de ALMA FISIOS de San Vicente y calentando bien antes de los entrenamientos y competiciones.
La Volta a la Foia, el 28 de octubre, me salió fenomenal, haciendo una marca de 2h19’ a una media de 5:04 aproximadamente. Nunca había corrido seguido más de 21 km y esta era la primera vez a 5 semanas del Maratón. Después de esta cita hice dos tiradas largas más: 25 Km el 12/11 y 31 Km el 19/11. No fue mal la cosa, pero estos entrenamientos me hicieron rebajar expectativas, hasta situar el ritmo en 5:15, lo que dejaba una marca en la Maratón de 3:41:31. Al final me marqué el objetivo de bajar de 3:40, estableciendo un ritmo de 5:12/km, que había llevado muy cómodo todos los entrenamientos, y me preparé una chuleta para seguirla a rajatabla.
Esta maratón la corría acompañado de mi hermano Luís, que hacía su tercera maratón, y de su amiga Ana, también con experiencia en maratones y pruebas de fondo y me dejé llevar por sus ánimos. Mi hermano siempre ha ido un poco más lento que yo y me insistió en que fuera a su ritmo toda la carrera, que seguro que aguantaba. Creo que no fue una buena decisión, la chuleta ya no valía para nada.
El que no haya corrido nunca en Valencia, no sabe lo que se pierde. Yo conocía el ambiente por las cuatro carreras que había corrido allí: Media Maratón 2017, Campeonato del Mundo 2018, 15K Nocturna 2018 y la Media de 2018, donde conseguí mi mejor marca personal (1h34’45”). Pero la maratón es especial. El sábado nos acercamos a ver la meta y cuando pisas la alfombra azul en la Ciudad de las Artes y las Ciencias se te pone la piel de gallina.
Y así nos plantamos en la línea de salida, con un buen entrenamiento, aunque quizás no el suficiente. El ambiente previo a la carrera ya era increíble y saber lo que venía después nos ayudó a soportar los 6 ºC que teníamos cuando amanecía en Valencia. En ese sentido tienes media carrera hecha, la otra media te toca hacerla a ti.
A las 8:45 arrancó nuestro cajón. Salimos a buen ritmo para no estorbar a nadie y coger un buen sitio, sobre los 4:55-5:00/km y lo mantuvimos hasta que se aclaró un poco la cosa. A partir de ahí fijamos un ritmo de unos 5:08 durante muchos kilómetros, aunque a veces apretamos más de la cuenta, estando demasiado cerca de los 5:00/km. Era un ritmo cómodo de llevar y alcanzamos el kilómetro 10 en 51’24”. Parece que al llevar un ritmo suave se haga más llevadera la distancia.
Como nos encontramos tan bien, no aminoramos el ritmo y alcanzamos la media maratón sin problemas en 1h47’50”, a 5:06/km. Parece que todo va de maravilla, podríamos bajar incluso de 3h35. Y justo cuando voy con estos pensamientos me da un pinchazo en el isquiotibial izquierdo. No puede ser. Llevaba tiempo sin estos problemas, desde la preparación de Zegama 2022 que me dio un buen meneo en el Trail de Onil en el kilómetro 36. Aquella carrera la acabé junto con Jaime al trote cochinero, con lo bien que íbamos aquel día. Los viejos fantasmas se me volvían a aparecer.
Saco la segunda pastilla de sales que tengo en forma de gominola y me la como. Se me cae un gel del bolsillo y me agacho a cogerlo, al incorporarme, milagrosamente se me pasa el dolor. Sigo corriendo ya sin molestias he intento alcanzar a Luis y Ana que se me han escapado unos 100m. Esto es un mundo en una carrera. Pero como voy tan bien, consigo alcanzarlos en el 25 (2:08:47). Este último Km lo hago a 4:59 y sigo la estela. Son los mejores kilómetros de la maratón, donde más ambiente hay.
En el 26 me espera la familia, mujer e hijos, lo cual me anima a seguir a buen ritmo. No los veo hasta el 29 y esos 3 kilómetros se me hacen un poco duros, ya que no bajamos el ritmo a la espera de encontrarlos. Al pasar por su lado empiezo a darme cuenta de que no voy bien. Comienzo a notar el hormigueo previo a las rampas, y en el 31 llega el primer tirón fuerte. Me tengo que parar a estirar. Es una pena, porque hasta ese kilometro (2h46’) iba para bajar de 3:35. Dejo que Luis y Ana sigan a su ritmo sin molestarles.
A partir de aquí empieza un calvario que no se lo deseo a nadie. Cada kilómetro de los 11 que me quedaban para llegar a meta tuve que parar a estirar. En el 33 me adelanta el globo de 3:30 que había salido en el siguiente cajón. Parece que no van más rápido que yo, pero poco a poco veo como se alejan. Y al llegar al 36 llega la debacle. Esta vez las dos piernas se me quedan tiesas. No puedo ni andar. Me apoyo en una farola como los borrachos para ver que hago. Me quedan 6K a meta y estoy en el punto más alejado de la carrera. No sé lo que voy a hacer.
En ese momento, un niño de unos 8 años se pone a mi lado a darme ánimos sin parar. Yo le contesto diciendo que no puedo ni andar. Pero él insiste en que continúe, que ya casi lo tengo, que no puedo abandonar ahora estando tan cerca del final. Lo dice con tanta convicción que intento relajarme y estirar las dos piernas. Estoy como 2 minutos estirando y al final, sin saber muy bien como, le choco la mano al niño, le digo que voy a continuar por él y vuelvo a arrancar.
Sigo con la misma rutina, cada vez que veo que me va a dar otro viaje paro y estiro un poco. En el 39 vuelvo a dudar que pueda continuar, pero el recuerdo del niño y los gritos de la gente no te dejan lugar a la duda. Solo hay una opción, continuar hasta la meta. En el 41 veo a Cristian, un amigo que me da los últimos ánimos y justo antes de bajar hacia la alfombra azul paro por última vez para estirar bien y disfrutar de los últimos metros.
Por fin desciendo la rampa y entro en la plataforma sobre el agua. Parece que los dolores y el sufrimiento desaparecen. La sonrisa en mi cara lo cubre todo. Nada se intuye del calvario pasado. Ya está ahí la meta y mi hermano Luis esperando al otro lado para abrazarnos y celebrarlo. 3h48’59”. Nos fundimos en un abrazo y trato de olvidar, aunque sea por unos minutos, lo pasado. Mi hermano ha sufrido también al final, pero consigue terminar su tercera maratón en 3h38’50”. Cada año ha ido mejorando su marca.
He terminado de escribir la crónica el 26/01/2024 (aunque la empecé hace unas semanas), justo después de correr la Media de Sta. Pola, en la que he podido disfrutar sin padecer ningún tirón, terminando en 1h40:41. Después de mes y medio, ha cambiado un poco mi perspectiva respecto a la carrera, pero la verdad es que no pude disfrutarla como me hubiera gustado.
De todo se aprende y esto me servirá para ser más realista y prudente la próxima vez y sobre todo saber que no todo está en correr, hay que preparar muy bien la musculatura para aguantar estas pruebas y mejorar el entrenamiento invisible.
En 2024 no me he inscrito a la maratón, pero no descarto probar algún otro año, aunque sin duda la correré con otros ritmos y otras expectativas o preparándola mejor. Valencia y su Maratón ya forman parte de los recuerdos más hermosos de mi vida, porque el sufrimiento y el esfuerzo para conseguir algo también forman parte del camino.
Por muchos maratones más,
Kike Segura.
Enlace de la prueba: https://www.valenciaciudaddelrunning.com/events/maraton-valencia-2023/
Enlace de las clasificaciones: https://www.valenciaciudaddelrunning.com/maraton/clasificaciones-maraton-2023/
Felicitar al compañero de A TO TRAPO Tiki, por su gran carrera:
POS. OFICIAL | DORSAL | POS. CAT. | NOMBRE | TIEMPO OFICIAL | TIEMPO REAL | PROMEDIO REAL | CATEGORÍA |
6813 | 15316 | 1264 | MARTINEZ CORBALAN, FRANCISCO | 3:08:54 | 3:08:34 |
4,28 |
M-M40 |