Maratón de Zaragoza, 16 de abril de 2023.
Zaragoza es la ciudad del viento.
El Ebro es el río más caudaloso de España y también el más largo que discurre por territorio exclusivamente nacional. Iberia viene de Ebro y eso demuestra su importancia.
El Moncayo es la mayor altitud de la zona y de allí viene el viento fresco y casi continuo que se encañona en el río y se manifiesta insistentemente en la capital maña. Zaragoza no es por ello la mejor ciudad que pueda elegirse para correr una maratón, las rachas que soplan de forma caprichosa e impredecible hacen complicado el correr en los espacios abiertos.
La maratón de Zaragoza empieza en el mejor escenario posible, la plaza del Pilar, el espacio público peatonal abierto más amplio de Europa, con la Basílica y la Seo como testigos, la única ciudad el mundo con dos catedrales operativas y una virgen, sea tomada como símbolo religioso o no, que une a toda la hispanidad. Estar en Zaragoza es sentirse abrazado por la gente.
Tras una salida muy animada, en seguida se cruza el río y se callejea un poco hasta legar a la zona nueva que se edificó con motivo de la Expo del agua, espacios abiertos de alucinante arquitectura moderna donde el caprichoso dios Eolo a esas horas aún no había llegado. Vuelta al centro y callejeo de nuevo, paseo por las grandes avenidas y dirección Parque Grande, un trozo que se hace muy pesado por lo desolado del recorrido y ser un tramo de ida y vuelta.
El mejor momento en la maratón de Zaragoza se hace esperar y es sin duda sus dos últimos kilómetros, en ligero descenso y que atraviesan la calle de D. Jaime I para desembocar en la Plaza del Pilar, allí donde se dio la salida, un gentío se agolpa y te hace volar sin quererlo.
El balance de esta carrera como resumen final lo centro en dos aspectos, el mío y el organizativo. En cuanto a mí acudí a la capital aragonesa tras un escaso mes de preparación con idea de rondar las 3:30-3:40 h. Finalmente me fui a 3:34 h., lo cual me dejó bastante satisfecho, al día siguiente físicamente me encontré como nuevo y sin molestia alguna…¡a lo mejor el secreto está precisamente en no entrenar! En cuanto al segundo punto decir que la organización hace un despliegue más que suficiente de personal tanto en salida/meta como en circuito, el marcaje es suficiente y bastante claro aunque para mi gusto el circuito es un poco aburrido y tiene una tachuela cuando más duele, eso es algo que tendría que cuidarse. Los prácticos de 3:00 h., y de 3:15 h. llegaron fuera de tiempo y el de 3:30 h. se retiró. Cualquiera entiende que estos corredores son humanos y pueden fallar, por eso hay que buscar otras alternativas. En cuanto a los avituallamientos, yo particularmente no pude coger agua en dos de ellos: siempre es mejor poner cuatro mesas en cuarenta metros que seis mesas en 10. En fin y aparte de otros pequeños detalles se nota que se esfuerzan y sólo hay que desearles lo mejor porque ponen todo su empeño.
Sólo hay algo que es inamovible dentro de su burlona movilidad: el viento, ¡qué se le va a hacer, en Chicago la gente no se queja!