VERANO CON 42

A veces la vida te pide tomar riesgos, siempre necesarios para saber en qué situación te encuentras. En mi caso este verano con 42, me permite saber que el riesgo asumido en esta prueba, me permite tomar unas decisiones a medio plazo, para cumplir un sueño muy lejano. Ese sueño es disfrutar de tres disciplinas exigentes y a la vez generosas, por la satisfacción que te aporta nada más acabar.

Jamás imagine que pudiese recorrer la distancia de 3.600 metros ó 2 millas náuticas, en menos de dos horas. Hoy mi tiempo fue anecdótico, pues el mejor hoy fue mi compañero de fatigas Jorge López que hizo un gran tiempo en esta prueba. Esta Travesía de La Isla de Benidorm, está marcada por acabarse las inscripciones en menos de cuarenta minutos. Este hecho indica la calidad de los participantes y lo popular que es en el circuito de Travesías.

Como de costumbre, quedamos pronto para llegar a la prueba sin prisas. El primer reto aparcar en Benidorm en Verano. Retirada de chip, vaselina por todas las partes del cuerpo y fotos de rigor. En esta ocasión tengo que preparar un segmento nuevo, en un medio diferente, lleno de incertidumbre (olas, medusas, orientación,…). En un momento de la prueba me detengo y solicito a la organización que me indiquen si avanzo, pues no veo la manera de llegar a meta. Al final la boya amarilla cerca de la pasarela y escaleras del puerto, me permite acceder a los últimos metros.

Finisher nuevamente, en esta ocasión en mi primera Travesía de Alta Mar. Agradecer la ovación de compañeros, organización y público, cuando cruce la meta, cerrando la participación de la prueba.

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No todo en verano es correr, hay más deporte. Cuando hace 4 meses me invitaron  y animaron mis amigos de la infancia  del colegio Javi Leach, Fede Mingot y Alberto Cordero a apuntarme al sorteo del dorsal de la travesía Tabarca-Santa Pola pensaba que estaban locos, inocente de mí me apunté al sorteo claro está pensando que jamás me tocaría ese dorsal, la ley de Murphy se cumplió conmigo y me tocó.

Al día siguiente del sorteo me puse manos a la obra, me compré un gorro, gafas, bañador y al Gimnasio Stadio a nadar como pollo sin cabeza. Cristina mi mujer me decía “tú no sabes dónde te metes…”.

Así fueron pasando sucesivos días supervisado por mi mujer Cristina la cual fue nadadora profesional y me fue corrigiendo los brazos, las manos y la entrada y salida de la cabeza para respirar.

Ya en junio quedo con Javi para ir a nadar a la Playa de la Almadraba y meter volumen de carga de distancia a lo cual Alberto no puede venir ya que está metido de lleno en su primer Ironman de Frankfurt.

Van pasando los días y llega la semana de la prueba, pero el jueves anuncian que la cancelan por viento de levante y olas de 3 metros. Ese fin de semana mi amigo de A TO TRAPO Alberto Cordero nos tiene enganchados a su Ironman el cual vamos siguiendo y vemos que acaba felizmente GRANDE ALBERTOOOOOO.

Esperamos una semana más y llega el gran día,  recuerdo el whatsapp de Alberto, ahora te toca a ti hacer leyenda……. Madre mía que locura, quedamos a las 5:30 de la mañana y nos vamos camino de Santa Pola para luego recoger el chip y bolsa del corredor como si de una carrera se tratase.

La organización es perfecta, nos suben a varios barcos y nos llevan a más de 1500 personas a la isla de Tabarca.

Una vez allí ya no hay vuelta atrás, dan el pistoletazo de salida y todos al agua, como en la travesía de hogueras me espero bastante pero aun así me llevo tortazos, patadas y de todo. La visibilidad  es increíble hasta el km 3 donde hay un barco que nos da agua, vamos nadando y toda la travesía con kayaks alrededor, miras al frente entre las boyas y ves la costa al fondo, te crees que estas cerca pero aún me queda la mitad, voy bien de cardio y de brazos y piernas. Mi verdadero calvario lo paso entre el km 4 y el 5 ya que hay mar de fondo y empiezan a levantarse unas olas que no me dejan ver las boyas y el mareo que pillo es importante lo cual me hace perder tiempo ya que me tengo que apoyar en un kayak durante 10 minutos.

Una vez recuperado prosigo en MI RETO de acabar esta travesía, paso el km 5 y ya lo tengo en la punta de los dedos, llego a la meta y es emocionante y satisfactorio, no me lo creo, miro hacia atrás y veo al fondo Tabarca y me digo madre mía que locura he hecho.

Gracias a mis compañeros de travesía, a mi mujer Cristina y a todos los que habéis estado apoyándome en hacer este RETO como dice el presi ACOJONABLE.

Firmado: EL TIBURÓN DE LA MANCHA (bautizado por Jesús)

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Como hay que dar descanso de vez en cuando a las piernas, y el veranito llama al baño más que a la carrera, decidimos cambiar la tradicional salida de los domingos por una travesía a nado.

Inicialmente buscamos socios para la misma, pero entre las vacaciones, los viajes y lo pronto de la temporada, sólo conseguí “engañar” a Borja que al fin y al cabo tendría que empezar a nadar algún día …

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Por conveniencia de fechas elegimos la Travesía Isla de Benidorm, consistente en 2 millas náuticas (unos 3.700 metros) que son las que separan a la Isla del Puerto.

A las 6.30 salíamos de San Juan guiados por nuestro padre al que vamos a nombrar Supporter mayor del reino y que nos acompañaría a la salida para irse posteriormente a hacer su tirada a pie dominguera.

En un ferry nos trasladan a la isla y se aprecia el levante reinante en el mar que balanceaba el barco y nos hacía temer como nos balancearía a nosotros.

Tras el pistoletazo de salida y algún que otro golpe pero con mucha deportividad, empezábamos a dispersarnos, hasta que en un momento dado me veo prácticamente sólo con un único acompañante a mi derecha: Era Borja!!!!

La probabilidad de encontrarte a nadie en semejantes circunstancias es prácticamente nula, pero casualidades de la vida que hemos podido hacer juntos toda la Travesía. Y menos mal, porque el levante iba a más, nos arrastraba hacia el este e incluso nos han tenido que avisar desde la organización para evitar que acabáramos en Campello.

Brazada a brazada íbamos tragando agua y parecía que no avanzábamos, pero tras 1h:13 nos plantábamos en el arco de llegada, bien juntitos y con otra experiencia más a la saca.

Es de destacar que 1 minuto más tarde entraba un nadador de 70 años, lo que te hace pensar acerca del “Yo es que no puedo…” y te anima a luchar más por lo que quieres.

Al final avituallamiento muy bueno, risas y comentarios con los conocidos, cervecita de rigor y pa casa a descansar que la temporada es larga.

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