VI Botamarges (4-Octubre-2014)

Ayer salí a trotar con el grupo y tras unos kilómetros iniciales, mi cuerpo me recordó que el sábado participé en Botamarges, así que cuando llegé a casa, después de una ducha y un buen desayuno me puse a escribir esta crónica.

Llegaba a esta carrera con pensamientos contradictorios. Por un lado sabía que mi preparación no había sido la más idónea y que en verano no había podido entrenar todo lo que me hubiese gustado y que se necesita para una carrera como ésta. Por otro lado, y siempre teniendo presente que era una ultra, fijándome en los tiempos y comentarios de años anteriores de todos vosotros, pensaba que de las que había hecho, sería la menos exigente. Esto provocaba que mis sensaciones de los días previos pareciesen una montaña rusa, unos días me sentía pletórico y pensaba que sería “fácil” acabarla y otros días no las tenía todas conmigo. Eso sí, siempre con ganas de afrontar la carrera.

En esta edición éramos muchos los componentes del equipo de A To Trapo, y muchos los allegados que participábamos en ella. Un grupete alquilamos una casa en Pego (una población al lado de Forna) para dormir la noche anterior, así el viernes por la tarde quedamos en el punto de encuentro Jesús, Juanma, David y yo para ir hasta allí. Llegamos a Pego, recogemos las llaves de la casa y nos vamos a Forna, a por el dorsal. IMG_6404Cuando llegamos a la plaza del pueblo, nos encontramos con Abel (por cierto, me llamó la atención lo fino que está, cada vez parece más un corredor de élite, como ya empieza a demostrar) y un amigo suyo. Colocamos la pancarta en un lugar estratégico para que todo el mundo tuviera que pasar por ella, nos hacemos las fotos de rigor y tras recoger el dorsal nos volvemos a Pego.

Ya en la casa, preparamos unabuena cena del corredor, pasta con un sofrito de cebolla, atún y tomate, como para un regimiento, pues éramos unos cuantos para cenar. Mientras que estábamos preparándola llegaron Antoñito y Ramonet y más tarde Gosa, Jesús S. y sus familias. Pasamos un buen rato cenando juntos y terminamos con unas buenas hierbas de Antoñito.

La Carrera

Antes de que de comienzo la carrera, nos juntamos todos los compañeros de A To Trapo y los que aunque no se inscriben como tal, son parte de esta gran familia y entre risas, anécdotas y nervios se acerca el momento de ponernos en marcha.

Guardamos un emotivo minuto de silencio por Ángel, un niño que demostró sus ganas de vivir, pero al que una malformación en una parte del cerebro no se lo permitió. Su padre Fernando, estaba con nosotros y no pudo contener las lágrimas, lo que hizo que a alguno más se nos escaparan. Este año el II Ultrafondo Solidario en el que participa Cayu y por supuesto Fernando, es por él.

IMG_6422Son las 6 a.m. en punto y se da la salida. No deja de sorprenderme la velocidad con la que se sale en este tipo de carreras, si es que yo salgo más despacio en una media maratón. Esta vez consigo no dejarme llevar por el ritmo de los que me preceden y voy a mi ritmo, tranquilo, coincidiendo los primeros kilómetros con Jesús S. y pensando que de los nuestros sólo Jesús iba por detrás (más tarde veré que Antoñito también), los demás han salido como si tuvieran que llegar para comer.

Pronto llegamos a la primera subida, que se hace por una pista ancha y evita así que se hagan los típicos tapones de estas carreras. En el alto encontramos el primer avituallamiento líquido. Al comenzar la bajada nos introducimos en un bosque y cogemos una senda que nos llevará hasta el primer pueblo, Villalonga, en el kilómetro 11. La bajada, con unos pequeños repechos a mitad, se hace complicada, porque los días anteriores a la carrera ha llovido mucho por la zona, y hay mucho barro, aunque uno no sabe donde pisar, porque si pisas el barro mal, pero si pisas las piedras, como están húmedas y ya manchadas de barro, peor, aún resbalan mal. Aquí si que se forma un tapón y mientras estoy en él, oigo a Jesús, con su guasa habitual, “con lo bien que iba y ya me habéis parado el ritmo” (o algo similar). Así, resbalando y patinando en algún momento, llegamos a la entrada de Villalonga, donde me encuentro con Cayu y llegamos juntos al avituallamiento.

Desde Villalonga arrancamos por una carretera hasta coger una pista paralela al cauce de un río y de la que seguro que todos habéis visto alguna foto de corredores entrando o saliendo de un túnel. La pista es de las que castigan, porque parece que es llana, pero pica para arriba. Este es uno de los tramos que se me hizo más largo en la carrera, son unos 5 o 6 kilómetros que como digo no son duros, pero sabes que te llevan al comienzo de La Safor, que vista en el perfil parecía la subida más dura de todas las que teníamos que afrontar. Así pues llegamos al final de la pista, donde había un habituallamiento líquido. Mientras bebo y relleno los botellines, aparece Antonio, y me explica que ha salido tranquilo y ha ido con Jesús hasta Villalonga. Así pues comenzamos la subida juntos, pero a Antoñito no hay quien lo siga, con ese andar que no toca el suelo, y pronto comienza a distanciarse de mi.

A mitad de subida de La Safor, me encuentro con Gosa, que había salido por delante, y vamos unos metros juntos, pero en el avituallamiento de mitad de subida, el para a rellenar los bidones, pero yo, como los llevo llenos y voy un poco más rápido, decido seguir para adelante. Así llego al alto, con la sensación de que no ha sido una subida excesivamente dura y esto hace que me psicológicamente me venga arriba, pues como he dicho antes, sobre el perfil parecía la más complicada. Desde la cima comienza una larga bajada que nos lleva hacia Alpatró, no sin antes superar unas pequeñas tachuelas de camino.

Es en Alpatró donde vemos por primera vez a las mujeres de Gosa y Jesús S. Digo vemos, porque allí coincido con los dos Jesuses (en realidad Jesús S y yo estuvimos toda la carrera juntos pero no revueltos, es decir, que aunque no fuimos juntos, nos vimos en muchos momentos). Tras beber y refrescarnos un poco, reemprendemos la marcha.

En ediciones anteriores no se llegaba hasta Alpatró, por lo que de aquí en adelante y hasta llegar a Benirrama era un terreno “desconocido” para todos. Así, nada más salir de Alpatró nos encontramos con la primera de las sorpresas, una subida que aunque no era muy larga, si que tenía una pendiente más que considerable, hasta el punto de que en algunos puntos había que ayudarse de las manos para subir. ¡¡¡Menudo regalo nos había hecho la organización!!!

IMG_6440Una vez subida y bajada la tachuela llegamos a Benisili, desde donde arrancaba la parte la parte más dura de la carrera, la subida y posterior cresteo de la sierra de la Forada, pasando entre otros puntos por el Penyal Gros y la Penya Forada. La subida la hice bien, a un buen ritmo, para el momento de carrera en el que estábamos y alcancé y superé a un grupo de unos 5 o 6 corredores que tenía delante, pero cuando llegué arriba comenzó lo que para mí fue la peor parte de la carrera con mucha diferencia, el cresteo por la sierra. Un continuo sube y baja por un terreno de rocalla en el que no me encuentro nada cómodo, más bien se podría decir que soy como un pato mareado, torpe donde los haya. Además me pilló arriba sobre las dos de la tarde, y el calor apretaba de lo lindo (una vez en meta me di cuenta de lo que calentaba el sol en esta parte). Para mí este tipo de terreno supone un esfuerzo no sólo físico, sino también mental, porque me hace ir muy concentrado y esto, unido a la fatiga que ya tenía acumulada, me hizo perder mucho tiempo. He de reconocer que no todo fue malo en ese cresteo, si te parabas y levantabas apartabas la mirada de las piedras, había unas vistas magníficas.

Una vez acabado el cresteo comenzaba una rápida bajada hasta Benissivà y tras superar otra tachuela llegámos a Benirrama. Este era, por así decirlo, el punto de no retorno de la carrera, a 15 kilómetros de meta, sabiendo que aún quedaba una última subida dura y todo el terreno desde la Adsubia a meta. Cuando llegué al avituallamiento de Benirrama me encontré con Jesús S, tomándose una cerveza acompañado de su familia. En este punto me dolía bastante la espalda y me rondaba la cabeza la idea de abandonar, así que me tumbé en el suelo para estirar la espalda. Estándo tirado llegó Jesús (el presi), que se partía de risa viéndome allí. Nuestras voluntarias particulares nos facilitaron una cerveza sin alcohol al presi, y una cocacola bien fría a mí, que me revitalizó y sacó de mi cabeza la idea de abandonar. El presi, que decía que le costaba mucho subir decidió tirar para para adelante, mientras que Jesús S y yo preferimos descansar un poco más y comer algo. Pasados unos minutos ambos empredimos de nuevo la marcha, y con las pilas cargadas lo hicimos a un buen ritmo en la subida y aún mejor en la bajada hasta La Adsudia.

Desde allí quedaban 9 kilómetros a meta, pero vaya 9. Sobre el perfil se veían tres tachuelas, pero después resultó ser algo más que eso. Al salir de La Adsudia nos encontramos con una subida por una senda con bastante desnivel. Fue aquí donde Jesús S. me dijo que no iba bien y que tenía que subir más despacio. Decidí entonces que lo mejor sería subir a mi ritmo y bajar despacio para que me pillase, puesto que si intentaba adaptarme a su ritmo en la subida, corría el riesgo de luego no poder arrancar de nuevo. Arriba esperé un pooc, pero al ver no venía decidí ir para adelante. Esta primera bajada era fácil, por una pista ancha y sin fuertes desniveles, lo que permitía bajar sin quemar las pocas energías que quedaban. De repente, las flechas que marcaban el recorrido nos indicaban que teníamos que adentrarnos en un bosque por una estrecha senda, para afrontar de nuevo una pequeña subida con su correspondiente bajada. Este terreno vuelve a estar húmedo y con barro, lo que hace que sea bastante resbaladizo y con las fuerzas tan justas, hay que bajar con mucha precaución.

Al salir del bosque nos encontramos con un tramo de asfalto que nos lleva hasta la cantera, un tramo bastante feo y aburrido, desde donde se puede ver el castillo de Forna, la última subida que teníamos que afrontar. Es en este tramo de asfalto donde me alcanza Jesús S, que se ha recuperado y viene con buen ritmo, tanto que me cuesta mucho seguirlo. Desde esta carretera cogemos de nuevo una pequeña senda que nos baja hasta el cauce de un río seco. Después de cruzar el cauce, comienza la subida hasta el castillo de Forna. IMG_6396Justo cuando estábamos comenzando el descenso hacia Forna, anuncian por megafonía los tres primeros clasificados de la categoría de veteranos, y entre ellos tenemos un representante. ¡¡¡Enhorabuena Josemi por ese tercer puesto!!! Esto nos da un plus de energía que utilizamos para bajar hasta el pueblo, donde justo antes de entrar en meta está esperando la familia de Jesús S. Ambos cogemos de la mano al hijo de Jesús y entramos así en meta.

Yo me fui rápidamente a comer y beber algo. ¡¡¡Vaya avituallamiento final!!! Ya podían todas las carreras aprender de esta es ese sentido. Nosotros no somos de los primeras espadas, sino más bien del pelotón de cola en estas carreras, pero aún así, cuando yo llegué no faltaba la cerveza y la cocacola y sobre todo, ¡¡¡esa costilla, esa panceta, morcilla, salchichas y chorizo hechos a la parrilla!!! Todo un manjar para cuando terminas algo así. Después de comer y beber algo, fui al coche a por la bolsa para ducharme. De camino me encontré con Jesús S. y su familia esperando a Gosa, que todavía no había entrado. Según avanzaba el tiempo y caía la noche, los nervios de Conchi, su mujer, iban en aumento. Pero al final, y como no podía ser de otra forma, después de 15 horas de carrera, allí estaba él, fiel a su cita con la línea de meta. Grande Gosa.

Una vez más todas las unidades habíamos cruzado la línea de meta, y en eso en una carrera en la que entre abandonos y cortes por fuera te tiempo ha habido un poco más de un tercio de corredores que no lo consiguieron, tiene mucho mérito. Si es que es ponerte una camiseta de A To Trapo y te haces más fuerte que el vinagre.

¡¡¡Enhorabuena a todos!!!

También podéis leer la crónica de Abel “Diario de un corredor invisible

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Abel SEN-M 10:57:30 62 59
Josemi VETERANO 11:20:35 84 3
Carlos R. SEN-M 11:50:05 121 109
Antonio VETERANO 12:19:52 143 11
Juanma VETERANO 12:38:42 161 13
David G. SEN-M 13:05:59 193 165
Ramón VETERANO 13:14:23 204 22
Jesús VETERANO 13:49:20 242 27
Jesús S. SEN-M 13:54:59 245 201
Pirri SEN-M 13:55:00 246 202
Gosa SEN-M 15:00:17 286 224

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II Cursa Muntanya Olocau (5-Octubre-2014)

Esta carrera la tenía en mi calendario desde el mes de junio.  No había oído hablar de ella, pero como tuve la suerte de que en el Maratón Nocturno “Amanece x Chiva” me regalaran la inscripción para la de Olocau, la marqué en mi calendario, lamentando perderme el fin de semana de Botamarges que estaban corriendo varios amigos.  Pero como la de Chiva y esta  eran pruebas amigas, por aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres” y que era en la Sierra Calderona, me animé a ir.  Total, sólo tenía que presentarme y correr.

Me puse en contacto con la Organización para reiterarles mi intención de ir. Y recibí un correo electrónico muy motivador por parte del Director de Carrera, Raúl Zurriaga, a quien no conocía de antes. Poco después me enteré de que es un corredor muy querido en Yecla, mi pueblo, pues aquí corrió la UTY (Ultra Trail de Yecla), ganándolo ex aequo junto a Vicente y Blas García (ultrafondista local). Todavía de más actualidad es el Proyecto Camí Solidari por las enfermedades raras, en el que Raúl y Víctor Cerdá están recorriendo 31 cimas de la Comunidad Valenciana, metiéndose en las piernas 1.704 km y unos 45.000 m D+. Todo esto justo en estos días (entre el 18 de septiembre y el 18 de octubre), con el paréntesis la Carrera por Montaña de Olocau, en la que Raúl deja momentáneamente aparcado su carrera para asumir sus responsabilidades como Organizador ese día.

20141005_085431Pues bien, resulta que desde junio a acá, un nuevo ser habita nuestro hogar. Se llama Roma, tiene 4 meses, la adoptamos del albergue canino de Yecla. La perra nos ha salido “montañera” y pensamos que le gustaría mucho, como a nosotros, la Sierra Calderona. Así que decidimos irnos de camping ese fin de semana y hacer la prueba a ver qué tal llevaba el viaje en coche y el dormir fuera de casa. Nos alojamos en Bétera y el sábado hicimos una bonita ruta senderista que salía desde Olocau, que en 13 km pasa por la Font del Frare, va al poblado morisco de L’Olla, sube hasta el Castell del Reial y vuelve a Olocau. Un recorrido muy bonito con vistas impresionantes. Nos encontramos a voluntarios marcando algunos tramos del recorrido de la carrera corta.

Y es que había TRES carreras ese día: la de 30 km y 1.550 m D+ (en la que participaría yo), la de 11 km y 480 m D+ y finalmente un circuito de 1 km por el casco urbano de Olocau, exclusivo para personas con silla de ruedas o carro. Y es que esta era también una carrera solidaria, en la que parte del dinero recaudado en carrera iría para AVAPACE, Asociación Valenciana de Ayuda a la Parálisis Cerebral.

No era lo único positivo de esta carrera. Antes de dar la salida, se veía que el pueblo entero estaba volcado en el evento. Los voluntarios, aparte de eficientes, eran amabilísimos y hasta cariñosos con todos los corredores. Había una alegría en el ambiente, algo distinto a otras carreras, y yo he visto muchas. Pensé que después de meta me quería quedar un rato largo, no como esas otras carreras en las que una vez que acabas te duchas y te largas a casa.

Como digo, mucha gente, niños (había un castillo inflable para ellos), perros y alegría. No hacía falta altavoces con música a todo volumen. El ambiente era alegre y se veían todas las caras sonrientes. Ahí estaba Jaume, micrófono en mano, animando como siempre el ambiente (de aquí a la Haría Extreme, en Lanzarote, el próximo fin de semana).

Accedo al control de dorsales con móviles que leen el código QR en el dorsal y me ubico en la zona de salida. Allí sólo saludo a Luciano, de los CxM, única cara conocida que veo. Intento no colocarme muy delante. Y es que no las tenía todas conmigo. El jueves por la noche hice un entrenamiento de 26 km algo abusivo y tenía el tobillo bastante resentido. Me dolía incluso al andar y tenía serias dudas de que pudiera siquiera acabar la carrera.

20141005_103150Dan la salida, con petardazo, confetti y serpentinas de colores que nos caían encima y se enredaban en nuestros brazos. ¡Los pelos de punta! ¡Qué bonita explosión de colores! Nada más empezar el tobillo ya se ha manifestado claramente; me duele. Voy la primera y el éxito sólo me dura un kilómetro, cuando me adelanta una chica a un ritmo enfurecido. No me preocupé en absoluto, sólo quería que mi pie no se torciera. En el km 3 se retira un chico por torcedura y en el 3,5 km ¡otro! Yo temblaba, casi casi me da por rezar, pero resistí, jeje. Decido que no me voy a dejar derrotar y en los próximos 10 km ensayo todas las combinaciones de pisada posible: punta, talón, plano, de canto… Bajo el centro de gravedad, lo vuelvo a subir, zancada larga, paso corto… Ninguna se me acomodaba al pie, que seguía tonto, aunque llevaba un buen ritmo y, aparte del pie, buenas sensaciones.

En el km 10 otro adelantamiento femenino. Ahora iba la 3ª. Pero como suele pasar, con la maquinaria ya en movimiento, el calor oculta del dolor y puedo ignorarlo por fin. En el km 11 la carrera hace un bucle y pasa otra vez por el casco urbano de Olocau, donde hay un avituallamiento sólido. Veo a Luis y Roma y les beso a ambos. Me dice Luis que la primera me lleva 25 min. de ventaja (¡en 11 km apenas!) pero que tengo a la 2ª cerca. Como a esta última no la llego a ver, pienso que es el “cerca” que te dicen los espectadores y que no saben lo que cuesta cubrir esa distancia. Pero más adelante, un anómimo me anima y me dice: “si aprietas, la pillas”. Y entonces contemplé la posibilidad de apretar. Y apreté.

Resulta que además, esta carrera tenía un pequeño apartado que me gustaba. Se trataba de superar 350 m de desnivel en apenas un 1,3 km de recorrido. Tenía premio especial y le llamaban el “Kilómetro Vertical” (aunque no era tal, como se deduce de los datos). El hecho de que fuera todo subida y justo en el km 21, en el último tercio de carrera, lo hacían especialmente incierto. Sin embargo, tengo que confesar que ya desde casa yo iba a por este KV. Creía que, por muy mala carrera que hiciese, al menos este tramo podía ser mío. Y cuando a la entrada de este tramo nos toman el tiempo de control (luego arriba en la cima otra vez), le pregunto a la Organización: “¿empieza ya el KV?”. “Sí”, me dicen. Y yo: “¿Pues sabes qué? Lo voy a intentar fuerte”. Y voy y trastabilleo justo después de decir eso. Jajajaja, ¡las ganas! Pero me animo y voy adelantando posiciones a medida que subo. Con un ojo abierto y el otro cerrado por el escozor del sudor que me caía de la frente. Adelanto a la tercera chica y otra vez vuelvo a ser 2ª. Arriba me vuelven a tomar el tiempo y me voy contenta porque tengo la corazonada que ese tramo lo he hecho bien y además he dejado bastante terreno con respecto a la chica de detrás.

Km 29. A uno de meta. El pie no me duele pero hay una bajada técnica y no quiero estropearlo, porque “hasta el rabo todo es toro”. Me dice alguien: “Tienes a la primera a 20 segundos”. ¿¡Cómo!? La veo a buen ritmo pero relajada y aprovecho para estirar la zancada hasta que me pongo a respirarle en la nuca. Ella se pensaría que era un chico e imagino su sorpresa cuando me pongo por delante de ella. Bajamos. Yo conservadora, pero al medio km, ella arranca a toda furia y con un codazo (un poco feo, me pareció) me adelanta. La sigo, vamos a tope y cruzamos meta con un público numeroso que estaba entendiendo el pique. Ella primera y yo segunda, 25 segundos después. Yo, contentísima.

El ambiente en meta era sensacional. Los voluntarios, los bocadillos, la bolsa del corredor, todo…. Saludo a Amelia, otra del club CxM que por lesión lleva una temporada sin correr. Espero que se recupere pronto, porque esta chica realmente es buena en la montaña.

20141005_145640Ya en las duchas, Gloria, la ganadora, de la carrera me confiesa su sorpresa porque según la información que le iban pasando, me llegó a sacar hasta media hora de ventaja. Y debe de ser así, pero creo que entre lo que yo apreté y ella se fió, ese fue menudo susto que se llevó al final.

También se llevó una pata hermosa de jamón de Teruel. Se hace la entrega de premios y el trofeo que nos dan está tallado en madera con una curiosa figurita que me recuerda a figuras antropomórficas del arte rupestre. Le pregunto al alcalde (que daba los premios) por ella y me dice que no, que es un guerrero íbero que apareció en Olocau pintado en una vasija. Dicha vasija la tienen expuesta y me invita a acudir a verla cualquier otro día. ¡Y vaya si volveremos, seguro! Y es que Olocau tiene más cosas por ver y hacer aparte de correr. Hay unas visitas guiadas y gratuitas al poblado ibérico del Puntal dels Llops: un fortín edetano en plena Sierra Calderona. Lástima que justo ese domingo, dichas visitas hayan sido suspendidas porque la carrera interrumpía el acceso a la zona. Mala jugada, pienso. Luis quería ir y seguro que mucha más gente también. Un fin de semana con tanta afluencia de público y con tan buen tiempo…

Los resultados del KV tardaban en llegar, porque había problemas de cobertura con la transmisión de datos desde la cumbre. Mientras, me puse en manos de Dioni, de Eider Estética & Quiromasaje, a quien ya conocía de otras carreras por Valencia. Mientras sus santas manos me alivian los cargados músculos, anuncian los resultados del KV y, efectivamente, mi corazonada se revela como cierta. Yo también tendría mi patica de jamón para alegría de Luis y a estas horas ya estrenada.

Independientemente del buen resultado, disfruté mucho de Olocau y Sierra Calderona desde que llegué con mi familia el día sábado. Tiene vidilla, el pueblo. Y están pegados a la sierra, lo que me da una envidia…

La carrera es preciosa y la recomiendo a todo el mundo. La Organización es fantástica (no me cansaré de repetirlo) y es un evento que se vive con mucha alegría e ilusión por parte de locales y visitantes. Espero no ser la única de A Tó Trapo que corra por allí el próximo año.

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Verena ABS F 4:13:15 72 2

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3ª Edición La Puebla-Maratón Javalambre (14-Septiembre-2014)

En un entrenamiento Verena me comentó que la habían invitado a correr la Maratón de Javalambre. Era una prueba a la que le tenía muchas ganas porque está muy cerca del pueblo de mi padre, Corcolilla. Lo comenté con Carlos y aprovechando que teníamos casa, nos fuimos a pasar el fin de semana a Corcolilla con nuestras mujeres e hijos. Verena el día antes se encontraba mal, así que decidió no venir ¡te echamos en falta!

La carrera sale de un pueblecito llamado la Puebla de San Miguel y allí nos desplazamos para encontrarnos con no llega a 200 participantes. En las Tucas, Carlos se fue para adelante en el km 4, así que me propuse aguantar su ritmo hasta que me fuera posible.

Durante el inicio de la prueba no paramos de adelantar gente, más bien, Carlos iba adelantando y yo pegado a él como una lapa. Sin darnos cuenta y todavía con fuerzas coronamos el Pico Gavilán 1.712 m, km 9 aprox. Desde ahí hasta el km 15 tenemos una preciosa bajada con zona de bosque en la que aún me es más difícil seguir el ritmo de mi compañero, pero al final me espera un poco y seguimos juntos.

Aquí empieza una de las zonas preciosas de la carrera, cruzamos el río 4 o 5 veces para acto seguido empezar a remontarlo y llegar a una cascada que nos dejó sin aliento, por lo bonita y por las escaleras que había que subir. En el avituallamiento del km 18 le digo a Carlos que tire para adelante que me lo iba a tomar con un poco más de calma.

Justo después subimos un cortafuegos al que habían denominado el “cabroncillo” o algo por el estilo, hizo honor a su nombre, me dejó tocado, pero por fin coronamos el pico Calderón 1.838 m. De ahí a la cima más alta de la carrera, Javalambre 2.018 m, ascendemos sin mucha pendiente y con alguna bajada por un paisaje precioso, que es precisamente la imagen promocional de la carrera.

A menos de un kilómetro de Javalambre me encuentro con Carlos que ya ha coronado y ha empezado la “bajada”, cojo ánimos ya que pensaba que me sacaba más tiempo y doy el último arreón hasta el pico.

Empieza la bajada, por llamarlo de alguna forma, ya que durante 5 km, subimos y bajamos bordeando un barranco bastante peligroso y que me tomo con mucha calma. Del km 35 al 45 si que disfrutamos de una bajada no muy técnica en la que, si no fuera por mi bloqueo en este terreno o por el cansancio acumulado, se puede ir muy rápido.

A 200 m de meta me cruzo con Carlos que salía de la ducha limpito y perfumado… Él parece que si tenía fuerzas para hacer la bajada en condiciones.

Una prueba de 46 km, 2.600m D+ muy bonita, no demasiado técnica en la que se puede correr todo lo que las fuerzas te den.

Volveremos.

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Fotos de Lola Sánchez, Vicent Medina, Mikel Exposito y Paula, Raúl Zurriaga, Eduardo Aguilar Villalba y Miguel Bañón




Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Carlos R. VET-M 6:37:29 42 16
David G. ABS-M 7:14:47 66 37

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La Sagra SkyRace – La Puebla de Don Fadrique (14-Septiembre-2014)

Esta mañana temprano he salido a correr, a correr por correr. El sol aún no despuntaba en el horizonte y el frescor de la mañana, cual bálsamo curativo, me ha aliviado un poco el dolor de las piernas.

Me duelen las piernas.

Esta mañana mientras corría he recordado una historia que me contaron el pasado fin de semana.

IMG_6374Hay una leyenda que habla de una montaña sagrada.

Cuenta una leyenda que existe una montaña alta, altiva diríase, majestuosa, dura, rocosa, fruto de 25 millones de años de trabajo de la naturaleza.

Dice la leyenda que existe una cumbre solitaria hecha de calizas, sembrada de simas y cárcavas que celosa guarda en sus entrañas el secreto de su origen. Dicen que los manantiales que de ella surgen no son sino señuelos para atraer a los incautos que por allí se aventuran.

La leyenda cuenta que los densos bosques que llevan a su cumbre son intrincados laberintos ideados para alimentarse de los valientes que en ellos se pierden.

Existe una leyenda que dice que los barrancos, las pendientes pedregosas y las rocas con filos como cuchillas son trampas mortales para aquellos que consiguen bajar su cumbre.

Esta leyenda dice que el pasado domingo un grupo de osados se dignó a aceptar el reto, se atrevieron a atacar los 2.383 metros que llevan a su cima, subieron la montaña sagrada de La Sagra.

La Sagra es un hito blanco, imponente, desnudo, visible desde muy lejos. La Sagra es un ente vivo que se alimenta del aliento y la fuerza de los corredores de montaña, se nutre de los fuertes. Yo he sido testigo de ello.

IMG_20140914_175619La Sagra Skyrace tiene como punto de partida la bonita localidad de La Puebla de Don Fadrique, al norte de la provincia de Granada. Por delante, 42 km de auténtica aventura.

La expedición A To Trapo nunca necesita guiones ni organización previa, cada uno conoce bien su papel y lo desempeña como mejor puede, en La Sagra Skyrace, maratón de montaña, de las duras, se volvió a triunfar.

El pasado domingo Abel fue nuestro ariete, una punta de lanza que abría camino como sólo él sabe hacerlo, rápido, fuerte, en silencio. Pronto se fue hacia delante con los grandes, con el resto de grandes, con los que se encargaron de despertar la furia del gigante que dormía. Abel fue horadando el terreno, marcando con su sudor la senda que durante más de 20 km me dispuse a seguir como un sabueso que husmea en busca de su amo. Abel, como soldado de infantería, de los buenos, luchó, sacrificó su integridad para que el convoy que le seguía tuviera un viaje seguro hasta que un fatal traspié dio con sus huesos sobre una piedra traicionera que le chascó el costado y allí quedó maltrecho. Abatido lo encontré, dolido más en el orgullo que en su apalizado cuerpo pero sonriente, como siempre, dándome el relevo que no pude retener por mucho tiempo. La montaña es dura y mi amigo el asfalto no me ayuda en estos menesteres.

Al poco rato, como digo, me alcanzó el Sargento Primero que con su riñonera minimalista y un kit básico de supervivencia tomó el testigo y se lanzó a por todas como un gamo. Antonio es así, duro como el pedernal. Mientras lo vi alejándose, mimetizándose con los romeros no pude sino quedar satisfecho ya que el legado quedaba en muy buenas manos.

IMG_6388Allí andaba yo (a veces más literalmente de lo que hubiera querido), subiendo y bajando, lo peor ya había pasado cuando de pronto sentí como una ráfaga de aire tibio me adelantaba por mi izquierda, elegante como no puede ser de otra manera, aparentando ligereza y frescura, trasmitiendo serenidad. El gran Capitán me pasó por la izquierda e incluso me lanzó un cabo al que me así con firmeza hasta que tuve que dejarlo ir. Juanma es duro, Juanma es como “la mimbre” que diría la canción, se bambolea al aire pero se mantiene firme.

La última subida no fue tan dura como esperábamos, ya no podía tocarse más alto. Cual Sísifos, nos limitamos a coronar la misma cima que al principio de la jornada con nuestras fuerzas ya mermadas y nuestras cargas a las espaldas. Ya sólo quedaba volver al punto de partida en un descenso que se atragantaba entre polvo y altas temperaturas.

José Pablo venía por detrás y sólo espero que mis huellas al menos le sirvieran para aliviar un poco la faena. A la postre lo pude ver fresco, tranquilo, parecía haber disfrutado del castigo que se había auto impuesto. José Pablo disfrutó, se le veía feliz.

Nos hallábamos entonces remendando nuestras heridas, esperando en meta la llegada del resto de valientes cuando por fin vimos aparecer al Capitán General con su GPS última generación en forma de pinza con el que había estado haciendo seguimiento de su gente en todo momento. Se le veía satisfecho, tranquilo, apenas cansado y sonriente como siempre. Cuando llega Jesús no queda hueco para el pesimismo.

de JuliánLisardo fue el último en llegar, estoy seguro que porque así lo quiso. Esta vez se limitó a asegurarse de que nadie quedaba atrás. Como en él es habitual luchó hasta el final y eso lo hace muy grande. Lo difícil en estos casos es seguir hasta meta cuando sientes que ese día te has quedado solo, cuando notas que algo no va bien. Lisardo tiene un diccionario en su casa, yo lo he visto, en él la página 4 no existe, alguien la arrancó en su día. La palabra “abandono” no está, no existe en su diccionario.

La Sagra Skyrace me ha supuesto una experiencia que en pocas carreras he sentido, ha sido larga y muy exigente. He participado en carreras de montaña con más desnivel o incluso más duras pero ninguna me ha castigado tan fuerte. Las montañas que subimos –y bajamos- unidas a las altas temperaturas y a la falta de hidratación me dejaron hecho jirones.

Cuarenta y ocho horas después me duelen las piernas como si dentro de ellas me hubiera traído algo de aquellas tierras, algo que no era mío pero que estoy seguro se terminará diluyendo para formar parte de mí. Desde el pasado domingo soy un poco más feliz sabiendo que casi a hurtadillas, pudimos robar a la montaña sagrada algo de su esencia que nos ha hecho más fuertes.

Desde entonces la leyenda que me contaron ha cambiado, estoy seguro.

Enhorabuena A To Trapo.

Julián.

También podéis leer la crónica de Abel en su blog “Diario de un corredor invisible”

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Antonio MASTER-M 7:14:26 142 7
Juanma MASTER-M 7:14:26 142 7
Julián VETERANO 7:23:16 156 47
José Pablo VETERANO 7:33:15 172 51
Jesús MASTER-M 8:03:58 208 12
Lisardo MASTER-M 8:54:49 234 16

[Puedes descargar este track en formato GPX y KMZ]

Este es el recorrido y el perfil registrado con un Garmin Forerunner 210. Las marcas aparecen cada 5 kilómetros.

El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo.

Ruta nocturna por la Sierra de Aitana (7-Septiembre-2014)

El pasado 6 de Septiembre, amparados por la luna llena once esforzados componentes de A TO TRAPO – grupo Ñ, disfrutamos de una singular aventura nocturna por el techo de nuestra provincia y capitaneados por Juanma y su GPS, reconocimos una parte del que será el itinerario del Desafío Lurbel Aitana – Puig Campana del próximo 9 de Noviembre. Esta es la crónica de la carrera.

IMG_6327Once sonámbulos (Juanma, Josemi, Carlos, Ramonet, Sergio, José Antonio, David, Gosa, Jose Pablo, Jesús Jurado y Jesús Santana) nos hemos caído de la cama y nos vemos en el Punto de Encuentro a las 24h para poner rumbo a Sella y correr por la montaña.

Llegamos a la Font de l’Alcántara para comenzar a trotar eso de la una menos cuarto con un frescorcillo muy agradable, que se agradece después de los calores que estamos pasando en casa. Tras unos metros de asfalto entramos al Barranc de l’Arc pasando junto al solitario refugio y la imponente pared del Divino. La ruta discurre por cómodas pistas de tierra hasta el primer susto de la noche es la fuerte subida al Port del Comptador, donde hacemos la primera parada para reagruparnos y recuperar el aliento. A un lado vemos la fantasmal silueta del Cabeçò d’Or y al otro las luces de los pueblos de la Vall de Guadalest. Aquí desechamos subir a la cresta de Penya Roc por la noche para evitar cualquier resbalón o accidente y bajamos a la Font del Pí para buscar una alternativa más segura.

IMG_6323Buscando el track misterioso, ahora campo a través, ahora por un canchal o un bancal, encontramos por fin el buen camino. Después de esta pequeña “senda del jabalí”, imprescindible para cualquier aventura montañera, enfilamos por la zona del Partagás hacia la ascensión del Aitana. Atravesamos la Font de la Noguera y la de Forata y abrevamos en ellas. Desde aquí después de algunas dudas, por no hacer caso a Josemi, cogemos la vía directa a la cima que por un barranquito de gran pendiente nos lleva a las mismísmas antenas y a la cumbre de Aitana (1.558 m). Pese a ser de noche la vista es maravillosa y se percibe muy claramente la silueta de “la trilogía” Puig – Ponoig – Cavall (primera parte del desafío Lurbel).

Desde aquí cresteamos por toda la cima de Aitana, pasando por las Simas de Partagás y la Penya Alta y descendiedo al Collado de Tagarina. Ya llevamos un buen tute y la parte final del cresteo – descenso se hace pesadita. José Antonio, muy valiente y debutante en estas lides, no lleva el calzado adecuado y se va quedando atrás. Ramonet y Gosa son sus ángeles de la guarda que le guían y acompañan hasta reagruparnos. Mientras hacemos tiempo, apagamos las frontales y contemplamos las estrellas sobrecogidos. ¡Qué afortunados somos de estar aquí robándole horas al sueño! Qué suerte para David que saliese a bajar la basura y la cosa se fuese liando hasta aquí, qué bien para Sergio estar tan fuerte en su debut de larga distancia (si sigue así habrá que hacerle controles anti doping).

IMG_6341Corremos por la pista de Tagarina quemando más gasolina y más kilómetros hasta un cruce donde nos dividimos: José Antonio va hecho migas y David se ofrece a acompañarlo bajando hasta la carretera Sella – Tudons, el resto afrontamos la última subida al Alt de la Penya de Sella (1.104 m) y un descenso bastante técnico y más que vertiginoso hasta el pueblo de Sella. Por suerte amanece y lo bajamos con luz, pero seguramente en Noviembre nos toque bajarlo a oscuras, (ya que será más o menos el km 65). No podemos evitar pensar también que desde aquí, aún nos faltarán (en Noviembre) 20 km de tour turística por Orxeta y Finestrat. Pero por suerte estamos en Septiembre, y ya casi estamos llegando. Cruzamos Sella como exhalaciones y después de casi 7 horas de actividad y casi 36 km vamos llegando a la poza de la Font de l’Alcántara para disfrutar de un revitalizante remojón en agua fría. Gosa y Jesús (yo) antes del chapuzón vamos a rescatar a José Antonio y a David de su odisea por la carretera.

Finalizamos con un desayuno como Dios manda en un bareto de toda la vida (Casa Mercedes), comentando futuros proyectos y carreras, y es que así somos… no hemos acabado una y ya estamos planeando la siguiente.

[Puedes encontrar el track original de este tramo del UTAPC en Wikiloc]

Este es el recorrido y el perfil que hicimos nosotros registrado con un Garmin Forerunner 210. Las marcas aparecen cada 5 kilómetros.

El perfil está dibujado con el programa Perfils. Haz clic sobre la imagen para ampliarlo.