De La RAE

Su nombramiento como miembro de la Real Academia Española de la Lengua levantó gran polémica. Los medios se poblaron de artículos y cartas reprobando tal designación. La causa era el histórico maltrato que Don Servando había dado a la lengua, en sus crónicas periodísticas, durante los últimos cinco años.

Especial rechifla provocó el que le asignaran el sillón “g” minúscula, una letra cuyas normas de uso en la escritura, evidentemente desconocía.

Don Servando no se inmutó, tomó posesión del cargo con un discurso de entrada en el que no faltaron algunas de las perlas que le daban fama pero en el que manifestó firme propósito de enmienda.

Su búsqueda de redención no tardó en llegar. En la primera sesión de trabajo presentó una propuesta para incorporar al diccionario cinco nuevos vocablos que, con sus acepciones, eran:

– Preveer.- Verbo Irregular. Acción de prever pero con más anticipación. (Participio: preveído. Gerundio: preveyendo).

– Ostentóreo.- Adjetivo. Suntuoso a la par que ruidoso.

– Fuertísimo.- Superlativo de fuerte. (En castellano antiguo: fortísimo).

– Miembra.- Femenino de miembro o miembro de las mujeres.

– Trivote.- Grupo de tres.

También propuso validar, y por tanto normalizar, el uso de todo tipo de “queísmos” y “dequeísmos” cuyo uso correcto nunca había logrado dominar.

Finalmente planteó que la aprobación de estas propuestas tuvieran efectos retroactivos de un lustro.

Fue en ese preciso instante, y con gran estruendo, cuando el retrato al óleo de Don Fernando Lázaro Carreter, con su gran marco tallado, se desplomó hasta el suelo.

 

Un ministro proletario

Por fin empiezo a encontrar significado a la denominación del partido que nos gobierna actualmente, el partido popular. Y es, sobre todo, esta ráfaga de luz, gracias al anteproyecto de ley de protección de la seguridad ciudadana. No se explica de otra manera la intención de Fernández Díaz de multar hasta con 600.000 Eu. a aquellos que se manifiesten sin permiso ante el Congreso, el Senado u otros edificios institucionales. Está claro que la cuantía de esas multas únicamente pueden pagarla los banqueros, y aun a algunos les puede llevar algunos días reunir esa cantidad para evitar la cárcel, pensión gratuita de la que no sé por qué todo el mundo huye.

No sabe el ministro lo tranquilo que me deja. El peso que me quita de encima porque tampoco mis amigos los parados están con sus ingresos como para irse de putas, que también será sancionado, sobre todo si el trato, supongo que carnal, se lleva a cabo delante de los colegios donde, en ausencia de clases de iniciación sexual, pueda servirles a los chicos de aprendizaje gratuito y en directo sin tener que asomarse a través de los cristales empañados de las casas sin ventana de sus barrios.

No hablemos de las drogas. Si no tienen para comer ¿cómo se van a drogar? ¿ Hay algo más adictivo que el pan, sin el que no podemos pasar sin consumir varias veces al día? Porque no querrá el ministro que emulemos a la cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar, porque le falta, porque no tiene, marihuana que fumar.

Lo del rayo láser ya me parece más rocambolesco y me deja también bastante tranquilo porque hasta ahora al menos no me he encontrado a ningún mendigo sentado a la puerta de un supermercado apuntando con el puntero de rayo láser a los viandantes huidizos que se cambian de acera para burlar su presencia y menos por supuesto yéndose a los aeropuertos para deslumbrar a los aviones.

Habrá igualmente sanción gubernativa para los que participen en un escrache. Primero creo que debería haber sanción lingüística por parte de la real academia de la lengua para quienes utilicen esa palabreja tan fea con la cantidad que tenemos más hermosas y rancias para significar el acoso a una persona, como dar la tabarra o el cancán, o contrariar, disgustar, enojar, fastidiar, importunar, burlar, incordiar, molestar, enojar, irritar, agobiar, acosar, hostigar, jorobar,.. y paro, pero aún quedan.  Me parece que el ministro proletario no ha ido a la escuela pública donde sin duda le hubieran hablado de Cervantes y su novela ejemplar “el coloquio de los perros” donde Cipión le dice a Berganza: “Nos podrán quitar el comer pero no el ladrar”. Señor ministro, lea un poco más y sancione un poco menos. ¿Qué les queda a los desheredados si se les quita hasta el derecho a insultar a la mano que los golpea?

La prohibición  de fotografiar a la policía pegando a los ciudadanos debe ser, pienso, por motivos de estética, porque parece tan feo ver a un policía que debe ocuparse del bienestar del  ciudadano, es un decir,  machacándolo contra el suelo con la porra, las rodillas y los puños hasta romperle los huesos y provocarle un derrame cerebral, que puede herir la fina sensibilidad de nuestros gobernantes.

José Luis Simón Cámara. San Juan, 21 de noviembre de 2013.

Cosas importantes y no tanto.

No, no quiero hablar hoy del envite nacionalista ni vasco ni catalán, ni quiero hablar de Mas y su viaje a Israel sin visitar a los palestinos, tan parecidos en su opresión por el estado judío a ellos por el estado español, ni quiero hablar de los congresos donde de antemano se sabe la conclusión de la explotación de Cataluña por España, ni quiero hablar de Gibraltar, esa piedra en el zapato como dicen, ni quiero hablar del tribunal de Estrasburgo, ni de lo poco que el gobierno de España ha hecho por hacer comprensible su dictamen, ni de todo el dinero, se están poniendo los botines, que está entrando a espuertas a la banca por teléfono, ni de la amenaza que se cierne sobre el recién elegido papa Francisco por algunos meapilas del cuchillo y la pistola, ni de los deslenguados que increpan a desvalidos exbanqueros en sede parlamentaria, ni de sentencias que libran de toda culpa a los múltiples responsables de una de las mayores tragedias ecológicas del país, ni de la clausurada televisión valenciana, lameculos de los sucesivos gobiernos en el poder, ni de la implicación de la infanta en la trama noos, ni de las lluvias anunciadas que nunca llegan, ni de los cascos y botellas que se acumulan por las aceras de Madrid, ni de los libros que casi todos los expresidentes escriben para decir lo que tuvieron oportunidad de hacer en su momento, ni …..

Hoy quiero hablar del matrimonio entre ese rubio flamenco y esa dama con nombre de miembro viril, nacida en el país del asilo, que quieren unir a las fuerzas más disgregadoras de la vieja Europa para levantar empalizadas que impidan llegar a ella a los miles de desheredados que huyen de la tortura, la prisión y la muerte en sus desgraciados países, para permitir que las profundidades del mar sigan tragando como dioses voraces a los incautos que escapan de sus perseguidores creyendo encontrar aquí la salvación.

Hoy quiero hablar de esa pareja que se propone cerrar Europa y convertirla en una sociedad endogámica condenada al envejecimiento y la muerte, cerrada a la savia de otras culturas y otras gentes.

Y hoy quiero hablar también y sobre todo de Suecia, ese envidiable país, tan frío por fuera pero tan cálido por dentro para acoger a todos esos seres heridos por el hacha de la guerra.

No, no les importa mezclar sus rubias cabelleras, sus esculturales cuerpos fraguados de garbo y de nieve, con el afro rizado y azabache, con los torsos brillantes de aceituna zigzagueante. Eso no les importa.

Sí les importa borrar de una cara la tristeza y el llanto, sí les importa arrancar una sonrisa donde apenas quedaban ya músculos para la alegría, sí les importa ver pasear seguros por sus calles a esos seres que no tenían un solo rincón donde cobijarse de la furia y de las balas.

Hoy solo quiero hablar de esto, hoy solo quiero hablar de cosas importantes.

José Luis Simón
San Juan, 14 de noviembre de 2013.

Resistencia inútil

Ya tienes edad suficiente y es el momento. De que le interesas no hay duda, en poco tiempo te ha hecho un par de guiños.  ¿Que es algo mayor que tú?, ¿y qué?, esas cosas hoy en día no importan. ¿Que para ti es la primera vez?, no debes preocuparte, ella tiene experiencia, sólo tienes que dejarte llevar. Además, a ti nunca te ha gustado la gente muy habladora y ella es más bien parca, así que hazte el ánimo, que ya has cumplido los ciento cuatro.

En la puerta pondré el paragüero para que, al entrar, deje la guadaña.

Microrelato ganador del concurso semanal en Wonderland. Podéis escucharlo, en la voz de su autor, en este enlace a partir del min. 53

Un niño en la noche

¿Qué puede necesitar un niño que se despierta solo en su cama a media noche sino la caricia de algún ser querido? Todas las preocupaciones del adulto se desvanecen ante hechos tan frecuentes y comunes como éste. Cuando en las noticias te dicen que un millón de niños están mal atendidos en Siria por la guerra: abandonados, huérfanos, huidos, exiliados, hacinados en campamentos,.. y ves a los tuyos cerca y desvalidos, se enternecen los sentimientos más rebeldes. Esto solo en Siria, un país con apenas 20 millones de habitantes, que ya no habitan. Y la mente luego viaja a todos esos otros países vecinos que parecían haber sido agraciados con la llamada primavera árabe: Túnez, Libia, Argelia, Marruecos, Líbano y ahora especialmente, Egipto, con más de 80 millones de habitantes. ¡Qué ironía del lenguaje llamar a estas horribles situaciones primavera! No hace falta expresar lo que denota y connota esta hermosa estación, aunque no recordemos más que Las Tres Gracias de Botticelli. Allí la primavera se ha convertido en la estación más sangrienta que podamos imaginarnos y ha rebasado su ciclo natural para prolongarse como una estación en el infierno, no ya de Dante, ¡bien lo quisiéramos para estos pueblos! Porque no hace falta buscarlo en la otra vida. Ya Sartre decía en su obra de teatro “A puerta cerrada” y en plena 2ª guerra mundial que “el infierno son los otros”. ¿Qué mayor infierno que las violaciones, mutilaciones, torturas, prisiones y asesinatos con los que estamos familiarizados? ¿Cómo podríamos explicar todo esto a un niño si ni siquiera un adulto es capaz de entenderlo? ¿Cómo es posible, con tanta dedicación, cuidado y cariño que necesita un niño, que los humanos provoquen situaciones en las que son ellos los que más sufren? A un niño se le puede decir que se tome la leche porque hay niños en el mundo que ni siquiera pueden tomarse un trago cada día, pero ¿cómo decirle que a su padre lo han matado porque adoraba a un dios equivocado? Porque nadamos en un mar de tiburones, mantengamos a flote y, libres de sus ataques, a esos desvalidos seres aunque sea a costa de nuestra integridad física, que la moral quedaría a salvo de esas y cualesquiera otras dentelladas .

José Luis Simón Cámara
San Juan, 24 de Agosto de 2013