¡Vaya panorama!

¿ Qué estúpido cree que va a vivir eternamente en esta tierra

para  llamar a  los que a ella llegan inmigrantes?

¿ Quién de los nacidos

ha decidido hacerlo en ningún sitio?

¿ Cómo un inmigrante como Sarkozy,

acogido en la Francia de las libertades,

osa exigir pedigrí para expulsar a los gitanos?

¿ Y los del Estado judío-democrático, por ese orden, israelí,

ya mucho tiempo echando a quienes los acogieron

y hasta a los hijos de quienes ellos han acogido?

¿ Y los serbios dando por culo a los gays en su tierra

y a los italianos en la suya?

¿ Y la labiada líder catalana?

¿ Y los ¡qué risa! defensores de la libertad de expresión,

aplaudiendo a los energúmenos que insultan al presidente

justo cuando se honra a los muertos?

¿ Y los holandeses, austríacos, belgas,

de cabellos de oro,

y  los autodenominados bolivarianos,

Y  los del Tea Party

que,  acabados los indios, y los negros en el poder,

andan rezando todos los días a los dioses del odio,

como si quisieran,

todos ellos,

volver a encender las hogueras del Ku-Kux-Klan?

¿ Y entre las tribus africanas

donde el viejo canibalismo está pujante?

¿ Y entre los persas y vecinos

donde siguen con las piedras ¡tan respetuosos con el pasado!

y  por si era poco también con Einstein?

¿Y  los chinos, que mientras sigan trabajando…..

pero si piensan, a la cárcel?

¡Uf! ¡Qué pesadilla, amigos!

¡Vaya panorama!

 

San Juan, 14 de octubre de 2010
José Luis Simón Cámara

Iron Man

Alegres o sombríos, que hay días “para arrancarse de cuajo el corazón y ponerlo debajo de un zapato”, como dice el poeta de Orihuela, solemos tomar los senderos de la playa en la que a menudo nos sumergimos, sea verano o invierno, pero también, influencia de muchos meniscos operados, le damos a la bicicleta, que en menos tiempo y con menos esfuerzo, dicho sea de paso, nos abre horizontes más variados, de modo que sin pretenderlo nos vemos implicados en las pruebas del Iron Man en versión de bolsillo que inauguramos en un pueblo de la vega baja donde uno del equipo consiguió el premio otorgado al último corredor, que no es poco mérito, cuando se te sale la cadena y la lubrica la lluvia en lugar del aceite, y cuando incluso la guardia civil de la carrera te dice que te agarres a su moto, acabar, eso sí, siempre las hemos acabado, y moral, eso también en este cada vez más variopinto grupo que a este ritmo crecerá como las estrellas del cielo y las arenas del mar. Desde la más tierna infancia, porque tenemos madres que han corrido con la semilla en el vientre, hasta edades que en otras épocas dirían ancianas no para de ampliarse nuestro informal, a mucha honra, grupo de corredores, abierto a todo aquel que cultiva el viejo proverbio romano

“mens sana in corpore sano”

Carta abierta al Presidente Rodríguez Zapatero

Y yo que creía que no te importaban las formas
y ahora resulta que son lo que más te ha molestado,
las formas de la comisaria de justicia europea
por su manera de hablar,
no las formas de Sarkozy
por su manera de actuar.

Ya me había dejado bastante perplejo
saber que Francia
– el país de asilo por antonomasia,
el país de acogida de todos los exiliados del mundo –
estaba comenzando a expulsar
no a los tiburones que a dentelladas
van destrozando su tejido solidario
sino precisamente a los más débiles,
a los que un simple empujón basta para tirarlos al suelo,
a los transhumantes que van paseando su pobreza
escondiéndose como apestados
por todas las veredas de Europa.

Pero aún me ha dejado más perplejo
que quien no se levantó al paso de la bandera norteamericana
por su agresión a los pueblos del lejano Oriente,
ahora esté al quite
para echarle un capote al francés
no sé si por la silla en el G 20,
no quiero pensar, hasta ahí podíamos llegar, que también por su apoyo contra ETA.

Prefiero a la deslenguada comisaria de Luxemburgo
en su defensa de seres humanos pobres
que la servil defensa corporativa de un presidente
que no necesita que nadie lo defienda.

¿Habrá que pensar que quien accede al poder,
cualquiera que sea su origen,
acaba sirviendo a los poderosos
y  machacando – como siempre –
a  los débiles?

San Juan, 19 de septiembre de 2010
José Luis Simón Cámara

¡Por fin se terminaron las vacaciones!

Por fin se terminaron las vacaciones. Ya no tendré el síndrome vacacional.

No tendré que levantarme antes de las seis de la mañana o acostarme de madrugada. O no acostarme. No tendré que embarcarme en aventuras (im)posibles. No tendré que refugiarme de la lluvia ni de los rayos. Ni tendré que subir a las cumbres para comerme un bocadillo.

Por fin podré descansar y así, a mis amigos que me quieren tanto y me dicen:

– Apúntate a Botamarges
– En Monsant dan puntos para el UTMB
– ¡Hey!, la Media de Alicante
– Tenemos que hacer una nocturna
– …

les dedico esta canción

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Palabras para Pepe en sus sesenta años.

Pepe, no te vayan a caer los 60 encima como una losa.
Ya  sabes lo que dice el tango.
Si veinte años son nada,
Tres veces veinte son casi nada.
O, si me aprietas,
poco mas que nada.

Además,
Tú,
tan discreto
Tan desapercibido,
Tan sereno,
Tan solitario
Pero en el grupo,
Tan silencioso
(sería imposible la coexistencia,
Si alguno más hablara tanto como el jefe,
No por cuestión de rivalidad
Ni de envidia
Ni de celos
Sino porque, a pesar de tantas horas corriendo juntos,
No hay espacio temporal
Para comprimir los discursos de otro
(Junto a los del rubio de Puente Genil).

Tú,
Tan eficaz,
Tan hormiga,
Tan  comprensivo,
Tan solidario,
Posiblemente pasas,
Tan sin hacer ruido,
Que los medidores universales del tiempo
Se olviden de ti
Y lo que para otros son 60 bien cumplidos y voceados
Para ti quizá no llegan a 50.
La oxidación celular nunca lleva el mismo ritmo
Y sortear discretamente la tormenta
No es enfrentarse a ella con el pecho desnudo,
No es el “vivere pericolosamente” de Marinetti
Sino más bien adaptarse como un eremita
Tan respetuoso como un árbol con la naturaleza.

En cualquier caso,
Te lo dice quien ya ha rebasado con creces
Ese número fetiche,
¿Qué son unos pocos años
si miramos los millones de algunas estrellas
o los miles de algunos olivos
que aún siguen dando aceite
con el que suavizamos las heridas
que nos va dejando el roce
no con las fieras ni con las espinas
sino justamente con los otros humanos?

Desearía, Pepe,
Que estas palabras fueran como un ungüento,
Como un bálsamo,
Como un aceite
Que te ayuden
A mantener la serenidad que transmites,
La calma que contagias.

Un abrazo.

El Siscar, 9 de julio de 2010
José Luis Simón