7º TRAIL DE ONIL 2024 6 de Octubre

El pasado 6 de octubre, se celebró el 7º Onil Trails, prueba que organiza el Club de deportes de Montaña Trail Running de Onil y que al ir por la séptima edición, indica que es una cita que ya se está consolidando en el calendario de las carreras de montaña en la Provincia, que a los de Alicante nos viene bastante bien por la cercanía y por la fecha, al principio de temporada, para quitarnos las telarañas que durante el verano hemos ido acumulando.

El evento consta de varias pruebas: 14k, 25k y 40k, con 700, 1.300 y 1.800 metros positivos, respectivamente y además la de 14k permite también hacerla en modo senderista, lo cual, sin duda es atractivo para el que quiera dar un paseo por esta zona de montaña de Alicante. Hala!!, ya les he hecho la publicidad gratuita.

Como ya salir de casa por menos de 100k no compensa, tanto mi “gemelier”, Jaime, el “Marlon Brando” de las carreras y yo, nos inscribimos a la de 40k. Tengo que decir que Jaime me estuvo dando la “turra” desde que se apuntó con que iba a llegar muy justo de preparación y bueno a mí me da la risa, porque cuando dice eso me saca una hora y cuando va bien, me saca dos o tres de ventaja. En fin, lo que hay que aguantar!!

Salimos de alicante sobre las 6´15 de la mañana para llegar con tiempo, recoger los dorsales y prepararnos adecuadamente. Era aún de noche cuando nos dieron los dorsales, justo al lado del impresionante Palacio del Marqués de dos Aguas de Onil, una pequeña joya de la arquitectura medieval que recomiendo visitar si se va a esta localidad.

Allí ya estaba totalmente pertrechado el amigo Tomás, “Tractor” Méndez que corría esta prueba en su camino de preparación a la CBT en su distancia larga. Una alegría porque desde que le vi sabía que iba a ir con él todo el trayecto, puesto que ya daba por descontado que Jaime me iba a abandonar, una vez más, como es habitual ya en él, y que bien le recuerda su chica, Susana. Cría amigos… Además se encontró con otro de sus “conocidos”que también corría la prueba, Antonio Diéguez y ya claro, que queréis que os diga más, si te he visto no me acuerdo. En el poco trayecto que compartimos, unos 2-3 km, Antonio me dijo que cumplía 59 años, pero vamos, como subía el amigo!. Un ejemplo a seguir.

A las 8 en punto se dio la salida y los 107 corredores que allí estábamos, salimos cortando hacia arriba, por el casco antiguo de Onil y en dirección a lo que por allí llaman el Racó del Sastre, que al ir subiendo, nos deja ver el valle de la Foia de Castalla con el Sol creciendo por el horizonte, anunciando poco a poco, grado a grado, el calor que ya se esperaba iba a hacer en el día de hoy.

En el Km. 7 estaba el primer avituallamiento, alto del Somo. De los mejores que me he encontrado en carrera. Había un tío cortando jamón!!, como lo oís y chorizo, morcilla y dos porrones, uno de paloma y otro de vino!!. Increíble!!. Aquí ya vamos Tomás y yo solos. De Jaime y Antonio ni rastro. Comemos y yo le doy un buen tiento al porrón de vino, que no se diga que sólo venimos a correr y a seguir bajando, metiéndonos en una rambla algo técnica, que termina en el inicio a la cota más alta de la carrera, el alto del Reconco, con 1.210m de altura, con avituallamiento donde están las antenas. Aquí ya nos adelantan los primeros corredores de la prueba de 25k. Tomás y yo a lo nuestro, bien de fuerzas y de tiempo.

Comenzamos una bajada larga y corredera, que pasará por la Font de Fontalbres, un sitio muy agradable, con un estanque y una fuente. No me refresco en ella por miedo a perder tiempo y que me pase lo de otras carreras, que me quedé sin tiempo y me descalificaron. Menudas pesadillas con este asunto después de la experiencia de Luchon donde me quedé fuera por 5 minutos. Quita!!, para adelante sin parar y eso que el calor ya aprieta.

Después de esto y tras pasar por el siguiente avituallamiento comenzamos una bajada muy agradable de pista, en la que Jaime después me contaría que se cayó, dándose un buen golpe que le dejó dolor en las costillas. No sé, yo no quiero decir nada, será el karma…

Entramos en una zona de llaneo, como una especie de cauce seco, bastante agradable. Tomás, que se había quedado atrás, me comenta que ha tenido una pájara en la bajada anterior y reducimos el ritmo de manera que le dé tiempo a recuperarse. Una vez que salimos de este “cauce”, tenemos otra subida corta hasta el siguiente avituallamiento que justo está a espaldas del anterior, por lo que al final me doy cuenta de que hemos hecho un bucle. La verdad tengo que decir que los avituallamientos fueron correctos, pero es que el buen ambiente que había en ellos podría compensar que algunos fueran justos o repetitivos. Se lo estaban pasando “pipa” y ese ambiente se contagia a los corredores, como no.

Tomás llega al poco y entonces ya me preocupa porque me dice que ha vomitado todo lo que llevaba dentro. Mal asunto. Encima no le entra nada más. En ese momento me traslado a la misma situación que me tocó vivir en Penyagolosa: angustia, no poder meterme nada en el cuerpo y una sensación de debilidad total. Como te entiendo, querido Tomás!. Bueno, seguimos adelante, pero veo que Tomás se me va retrasando. Llegamos a un alto y a una pista que parece una autopista, incluso con algún tramo de camino asfaltado, todo en bajada. Voy lento, esperando que Tomás aparezca, pero cuando llego a la penúltima subida de la carrera me extraña que con el buen terreno que hemos dejado, Tomás no esté ya aquí. Decido empezar a subir y esperarle en el siguiente avituallamiento, ese donde estaba el jamón y digo estaba porque ya no queda ni el hueso, pero el ambiente sigue siendo de cachondeo total. Allí uno de los voluntarios que estaba en el avituallamiento anterior me informa que Tomás me espera más adelante, que ha decidido abandonar. Me lo encuentro hundido literalmente, dándole vuelta a la idea de que igual esto no es lo suyo. Intento transmitirle que no pasa nada, que esto es así, unos días te encuentras bien y otros no y que lo que hay que hacer es ver donde hemos fallado, no dejarlo, pero que te quedan ganas de mandarlo todo a la porra, eso sin duda.

A partir de este punto de carrera empieza la última bajada hasta meta, casi 7 km. Con solo una tachuela de unos 200 metros de costarrón, que inicialmente no estaba y menos se lo esperaba, pero que tuvieron que incluir al variar el recorrido inicial porque éste no estaba bien para correrlo, por las últimas lluvias de la zona. Tras 6 horas y media de carrera y con 30 grados, ya cayendo a plomo, se me hicieron de duros como si subiera el collado de Salenques. Pero bueno, este era el último capítulo. En un kilómetro y poco, me veo entrando ya en el pueblo, de nuevo por la parte alta y al final de la última calle me encuentro a mi gemelier y a su hermano Juanjo, que ha venido con sus niñas. Enfilo los últimos 200 metros y entro en meta con 6 horas 54 minutos (Jaime una hora menos, lo que yo diga) feliz por haber acabado una carrera, que no es poco, después del añito que llevo. Sin duda una prueba para repetir, con una buena organización y un gran ambiente.

LO MEJOR: Seguir compartiendo momentos con mi querido amigo Jaime, aunque me abandone, jejeje, y acabar una carrera y estar escribiendo esta crónica. ¡Ya era hora!

LO PEOR: No poder entrar en meta con Tomás, pero seguro que lo haremos, porque vamos a seguir, ¿verdad Tomás?

¡Salud y Montaña!
Jota

Enlace clasificaciones: https://www.mychip.es/m/65d49a06bcb1e9bc906857bd

ULTRA TRAIL SIERRA DEL SEGURA – “El despertar de la fuerza”

Dos años y medio hace que me rompí la meseta tibial, en un entrenamiento en Onil preparando la maratón de montaña de esa localidad que tenía lugar unas semanas después.

Dos años desde que corrí la última carrera de ultra distancia (UTMB), ya que acabé muy tocado, cojo y con un edema óseo importante.

Tanto fue así, que tocó pasar por quirófano para tratar de irrigar el edema, quitarle tensión e inyectar plasma rico en plaquetas.

En definitiva, 2 años de “travesía por el desierto” y de no poder disfrutar de la montaña, de carreras por la montaña y de compartir kms en la naturaleza con tantos amigos que disfrutan de esta misma pasión por el deporte y las montañas.

Pero bien… tras un proceso de rehabilitación, readaptación y de entrenamiento de fuerza y propiocepción, poco a poco… las molestias disminuyeron y comencé el camino que me ha llevado a volver a hacer ultradistancia.

Decidí lanzarme con una carrera, a priori, muy corredera y de baja tecnicidad para evitar problemas y así poder testear cuánta carga era capaz de aguantar la pierna. Pues bien, la carrera no fue lo que parecía, si bien, comenzó con un trazado inicial hasta el km 20, que podría describir como uno de los más bonitos en los que he corrido.

Un paisaje que me recordaba una combinación de Montsant, Calar del Río Mundo, incluso alguna zona era comparable a algún lugar especialmente bonito de la Sierra de Biar, y que hace unas semanas descubrí o me lo hizo descubrir Esteban, al cual por cierto, debo de agradecer la ayuda y los entrenamientos juntos, que me han hecho mejorar muchísimo en las últimas semanas. Cuando entrenas con deportistas mucho mejores que tú, tu nivel aumenta y ha sido un lujo compartir km con él.

Tras este primer tramo, un cresteo similar al que podemos encontrar en la Sierra de Oltá no llevaba a bajar al mismo collado por el que habíamos subido unos kms antes y cerraba el bucle de la primera parte de carrera.

Siguieron unos cuantos kms en suave descenso donde se disfrutaba del correr por senda bonita, en umbría, entre pinos, donde el tiempo y los km pasaban rápido.

En los km centrales, el descenso y recorrido junto al río, resultaba un trote agradable, aunque no exento de la leve dificultad de ir esquivando las zarzas que nos dejaron brazos, piernas e incluso cara, con marcas visibles de arañazos… llegando al punto de verme con sangre por todas partes cuando llegaba al avituallamiento… más escandaloso que otra cosa.

En el km 48, se llega a la pequeña y bonita localidad de Pontones (donde además estuvimos alojados) y tras el avituallamiento, comenzaba una suave subida por unas praderas, donde ingenuamente pensé y pensábamos todos que estábamos a las puertas de los últimos km de ascenso y además de escasa dificultad.

Fue aquí donde nos dimos de bruces con la realidad de una organización de carrera “floja” queriendo ser sutil, puesto que habían cambiado el trazado 2 días antes de la salida y no se envió mensaje alguno, no se avisó ni en recogida de dorsal, ni en la propia salida e incluso ni en los avituallamientos sabían lo que quedaba, o cómo era esa parte final… un fallo que podría haber sido un problema de haber salido un día algo más caluroso… nada extraño a estas alturas del año y en esa zona.

Pues bien, en el km 56 aprox. (último avituallamiento de carrera) recargamos líquido y pregunto ¿qué nos queda? A lo que me responden 10 km a meta (lo previsto según la descripción inicial),1 km de bajada, 3 km de subida de piedras algo sueltas y el resto bajada al pueblo.

Pues no, salvo lo del km de bajada… el resto no fue lo descrito y resultó un tramo complicado de subida a lo que siguió una bajada de nuevo con terreno al que casi todos nos hemos encontrado en La Perimetral de Benissa, Sierra de Oltá, etc… es decir, como si coges el mar le quitas el agua y corres sobre las piedras del fondo marino… Roca perfilada, en la que no encuentras apoyos buenos para la zapatilla y donde el esguince está casi garantizado o donde un fallo y una caída… podría ser el fin de la carrera y un problema para la integridad física.

No obstante, a mí no se me da mal bajar y en este terreno me defendí muy bien y conseguí superar con nota el examen de la pierna, que aguantó todo el movimiento y exigencia de la zona.

Por fin, llegan los últimos km donde se suponía que eran bajadas… A estas alturas ya no hacía caso del track del reloj y sólo buscaba cintas naranjas para no perderme. que ya lo había hecho un par de veces unos kms atrás.

Bajo a ritmo vivo y con piernas, ya satisfecho de una gestión de carrera muy buena y que me hace pensar que, tras 2 años, no he perdido facultades para la gestión de la alimentación, hidratación y ritmos de ultra, que me hacen llegar a la parte final con ritmos que casi extrañan a los que voy adelantando.

Tras una parte final de nuevo larga y con alguna subida innecesaria y desconcertante… por fin llego al pueblo de Santiago de la Espada (bastante feo por cierto) y encaro los metros finales con la mente llena de alegría por ver la luz al final del túnel, por volver a estar 10 horas en la montaña disfrutando/sufriendo y porque además, obtuve un resultado incluso inesperado para mí después de todo este tiempo de parón.


No siempre se consigue salir de una situación mala por lesión o enfermedad, no voy a caer en ese mensaje de optimismo exaltado, pero hay situaciones en las que si se tiene paciencia (yo no la tuve inicialmente) si se escucha, se “pelea” y se trabaja con constancia, se consigue salir y en este caso, volver a hacer una de las cosas más importantes de mi vida y uno de los pilares de mi felicidad.

Así que, mientras que el cuerpo aguante, vamos a seguir disfrutando de la naturaleza de la forma en la que podamos, de las carreras mientras podamos y de compartirlo con amigos… que son ya casi familia.

Gracias A TO TRAPO por formar esa familia y que compartamos nuestros momentos… buenos, regulares, malos… pero siempre siendo un apoyo de unos y otros. Yo así lo he tenido todo este tiempo de mis grandes amigos de esta familia a los que siempre he sentido cercanos y trasladándome cariño y ánimo. Gracias!

Pablo Molina

CRONICA LUCHON ANETO TRAIL

De nuevo el Escuadrón Tortuga (Jota y yo, menos el cantarín lesionado de José Pablo que ya no sabemos si tiene un pie o un torrezno) cargaba sus pertrechos para viajar al Pirineo. En esta ocasión al Pirineo francés y más concretamente a Bagneres de Luchón. Nos recibió un calor sofocante en Val D’Arán, pasando de 30 grados el jueves que aterrizamos por la zona. De un año para otro el cambio en la zona ha sido espectacular. Los embalses previos a Vielha estaban a rebosar, una alegría para la región. Sabor agridulce el de esta Luchón Aneto Trail de, en principio 85k 5200+ a, unos 70k 3300+ modificados a causa de una previsión meteorológica.

Instalamos nuestro cuartel general en un pueblo, por así llamar a 4 casas literalmente hablando, llamado Prat-Viel. Tuvimos el acierto de escoger este alojamiento, completamente nuevo, con vistas y comodidades espectaculares. Pensando qué hacer en las horas previas a la salida del viernes y decidiendo cenar en nuestra morada, recibimos la llamada del gran BigMike, reciente corredor de Zegama, de infinidad de pruebas tanto de montaña como Ironman, señor speaker de KULT RACE y presentador del programa Forajidos de La Ser, invitándonos a entrar en antena a su programa de cada viernes. Eso lo podéis oír en la página del equipo de Facebook, ya somos estrellas de las ondas 😊.

El viernes acordamos bajar a Vielha a ver lo que se cuece e intentar infundir ánimos a Cuchi que corría la VDA de UTMB Val D’Arán. Después de varias vueltas por la feria del corredor, entrevista radiofónica incluida, saludamos a Cuchi y a Paco, su bombero-marido que la acompañaba media hora antes de su aventura. Últimas compras antes de volver a Luchón para recoger el dorsal y velar armas hasta la hora de la salida a las 5 de la mañana. Tenemos la suerte que el partido de España de la Eurocopa es por la tarde y después de cenar temprano nos vamos a coger fuerzas para estar en pie a las 2:30. Al no haber asistido al briefing de la tarde, nos enteramos vía mail que el recorrido ha sido modificado a causa de la meteo para evitar mayores desgracias, de 85k pasamos a 70k. Previsión de lluvia a partir de las 10 de la mañana sin parar.

Ya en la línea de salida, un tanto desangelada, entablamos conversación con los que posiblemente fueran los otros 2 únicos españoles de la carrera. Dos tipos majos de Cuenca que no estaban al tanto de la modificación, pero que queda confirmada por la Speaker en la salida, un primer bucle subiendo a la parte francesa de Benasque, pasando por L’Hospice de France volviendo a Luchón para subir a Lac D’Oo y volver a la meta/salida por el mismo camino…craso error.

Jota y yo nos damos un abrazo y “VÁMONOS A META”. Los franceses son tan raros que hasta para elegir una canción motivadora de salida escogen de las mas lentas de AC/DC, Hells Bells….Descubrimos que no solo en eso son raros, ya que ni hablan, ni cantan, NI SE APARTAN…y todo hay que decirlo, ni se peen…todo silencio en los corredores vecinos.

Ya con los frontales subiendo por bosques y pequeñas cascadas a los lados, me voy alejando de mi compi. Me voy encontrando bien y no queriendo que pasase lo de Penyagolosa y matarlo con un ritmo que no es el suyo, continúo con mi camino. No se ve mucho al estar metidos en el bosque de subida y cuando amanece tampoco mucho más. Vamos corriendo entre las nubes y lamentamos no poder disfrutar del paisaje. Por momentos pienso que hemos ido a correr a Francia y que vamos a ver lo mismo que subiendo al Cabeço en un día nublado. Pero ya pasando el Avituallamiento de L’Hospice km15 2:33h, las vistas son impresionantes. Aún quedan partes con nieve por allí arriba y la imagen merece parar un poco para disfrutarlo lo máximo posible, la montaña está espectacular. Otra subida un poco larga para iniciar el descenso de casi 15 km hasta Luchón Km32 5:00h. Bajar ha sido un lujazo teniendo en cuenta que nuestras montañas solo han visto el barro en fotos. Eso si las zapatillas ya las llevo completamente mojadas y llenas de barro, calcetines incluidos, todo en el mismo pack.

Poco antes de llegar a ese punto ya ha comenzado a llover y fue el único momento donde me puse la membrana, mas que nada por el viento que soplaba y que seguro era paso previo para una nueva neumonía y mi castramiento familiar definitivo… Llego muy bien, aunque como en Penyagolosa las piernas las noto algo doloridas. No estoy mucho tiempo a cubierto. Me tiro al gaznate lo que me ha ido bien en las últimas carreras (lo ponían los voluntarios en una cajita de cartón) jamón, naranja, pan, plátano y mis 2 vasos de coca cola. Sigue lloviendo y ahora está cayendo la mundial, pero viendo que entrábamos en el bosque, no me pongo nada encima y a tirar para Astau km 47 7:49h. Tampoco me cambio los calcetines que ahora son del color de las zapatillas, negros ambos. Y lo que son las cosas yo ya me encontraba muy bien de piernas, había pasado el maratón por debajo de 6:40. Toda esta parte es un sube baja por bosque verdes y con todo el barro que uno pueda imaginar. No se cómo será Zegama, pero por barro ya se correr. La subida hasta Astau se hace incluso más complicada porque al modificar trazados, han hecho coincidir 3 carreras en la misma senda. A veces era imposible correr un metro por que los educados franceses no dejaban pasar a los que la Ultra. Se hizo desesperante toda esa parte de cruces con corredores que subían y bajaban por sendas anegadas de barro. Eso tendría que haber sido una razón de peso para ampliar los puntos de corte sobre todo en la zona compartida por otras carreras. Como decía al principio, el sabor agridulce de la LAT se debe a que a mi gemelier Jota lo cortaron por 5 minutos en Astau. El límite máximo eran las 14:00h de la tarde, es decir, 9 horas de carrera. Llegando a las 14:05 y habiendo modificado el recorrido con tantos corredores en un embudo, la decisión de no dejar pasar mas corredores era una cabronada. Llegué al km50 8:41h, Lac D’Oo, pero no se veía un pimiento del que decían era unos de los lagos más bonitos de Francia, cero patatero. Sólo vi un burro que estaba preguntando cómo íbamos y que “mucha suerte” en la bajada. Al menos los burros franceses son majos. Vuelta para abajo donde me reencontré con Jota esperando a que decidieran si podía salir. Yo me crucé con los escobas que no estaban a más de 300 metros del avituallamiento. Lamentablemente optaron por cortar definitivamente y quitarle la posibilidad de terminar.

Ahora viendo como se las gastan los hijos de la Marsellesa y aunque hemos empezado a bajar juntos Jota y yo, no dejo de correr ni patinando en Barrolandia. Los bastones ayudan mucho a no caer en la ciénaga de Shrek. Ya sólo restan 17 kilómetros hasta meta en Luchón y de nuevo he perdido a mi tortuga, pero no tengo confirmación de tiempos de corte y no me queda otra que tirar para abajo. La llegada es bonita cruzando todo el pueblo y recibiendo ánimos de lugareños y corredores que ya han terminado. Yo les sonrío y les voy diciendo “si, si, lo que tú quieras, pero en la Eurocopa os caen 2”, tenía que haber apostado algo. Cruzo la línea de meta con mucha alegría por terminar otra aventura. Me acuerdo de mi mujer y de mi hija y de mi hermano que está con su lucha particular en Valencia, va por ellos. Me entregan un sombrero de paja modelo Fogueres de San Joan, con la medalla y 2 presentes, otra más que no nos cuentan. Esperando a Jota entran los conquenses a los que felicito y al único francés simpático con el que me he ido cruzando toda la carrera y saludando en cada ocasiónpñ A ver dónde nos ponemos el huevo en la próxima aventura…. Bueno, Jota ya tiene menú para 2025, ¿verdad, compañero?.

SALUD Y HASTA EL INFINITO Y MAS ALLÁ. ATT´

Estado
Finisher

Clas.
184

Clas. H
160

Clas. M2 H
31

Último punto
Sa. 16:36   Arrivée j1

Tiempo de carrera
11:35:30

Velocidad
6.00 km/h

IV BACKYARD Ultra Costa Blanca Los Montesinos, 31 mayo 2024.

¡Tercera vez que participo en esta carrera loca, que yo no sé qué tendrá para que repita año tras año! Y encima no voy por inercia, sino que ya la marcó en el calendario para intentar mejorar y llegar en el mejor estado de forma.

Este año empezaba el viernes 31 de mayo, lo que ya es un punto a favor que es adelantarla un mes, aunque el calor aprieta ya, pero queda alguna posibilidad de que salga una temperatura razonable (como este año) y si la hacen a finales de junio esa opción es casi improbable…

Llegaba a la carrera mejor entrenado, con muchos más kilómetros en las piernas y con más experiencia. Así que, aunque esté tipo de carreras de tantísimas variables, que no es salir y quien llegue primero gana. Yo sabía que llegaba en mi mejor momento de forma yo iba con intención de mejorar el registro del año pasado con 22 loops o 22 horas y 147 km.

Buenos la carrera ya sabéis, un circuito de 6’7km de asfalto, en el que tienes 1h para completarlo y todo el tiempo que lo hagas más rápido es el que tienes para descansar. Si lo haces en 50’ tienes 10’ para descansar, comer, ir al baño, etc. Y si lo haces en 57’ pues tienes 3’. Cada hora en punto se da la salida y quien no esté en la línea de salida o al terminar la vuelta diga que no sale, van siendo descalificados “No finisher”.

Este año respecto al anterior, han multiplicado por 5 las inscripciones (pasamos de ser 40 a 207 inscritos este año) y eso me tenía un poco inquieto, primero que he hecho muy buena amistad con los organizadores y con los participantes porque siempre estamos los mismos locos… y me preocupaba que perdiera ese ambiente “familiar” y cercano de otras ediciones. Supieron solventarlo bien, siempre hay cosas a mejorar me decía Ana belén Juárez la concejala de deportes, algún baño más, algún voluntario más, para que ella pueda participar y no tenga que estar al pie del cañón es brutalidad de horas.  Es tal el mimo con el que nos tratan y todo lo que se vuelcan con nosotros que no se les puede poner ni una pega…

¿En cuanto a mi carrera? Este año todo lo que hago me lo estoy tomando como preparación para Sparthatlon 28/29 de septiembre de Atenas a Esparta una carrera que transcurre por toda la costa griega con sus 246km casi todo asfalto y sus 3.500 de desnivel.

Nos íbamos a ver 4 integrantes de los 14 que vamos por la federación española. Así podíamos conocernos en persona y no por WhatsApp y empezar a gestionar el mar de dudas de los novatos con Kristian Valcárcel que ya es el experto y será su segunda participación. Bueno, ya tendré tiempo de hablar de eso que me pierdo…

El resumen es que sabía que, en esta edición, venían muchos gallos. Casi todos los que habían hecho podio en otras ediciones con un montón de loops y aparte mucha gente conocida de la provincia, que, aunque sin experiencia en esta carrera, pero con mucha experiencia en larga distancia. Maratón de Sables, ultra tráil del mont Blanc, iron man, etc. Y luego conocidos y amigos con su reto personal, Simarro a mejorar su registro anterior que lo batió con creces, Lorenzo el químico con todos los datos en su cabeza, ritmo de caminar, distancia a correr, vueltas que quería dar y luego se vino arriba con 5 loops más… en fin, que esto no iba a ser lo del año pasado e iba a tener compañía un montón de horas y luego ver cómo iba transcurriendo la carrera.

La salida era el viernes 31 de junio a las 19:00 de la tarde y ahí había más gente que en el centro comercial. En esta ocasión me vino el sueño muy pronto, a las 22:00/23:00 atravesé una crisis que me hizo tambalear la cabeza durante un par de loops. ¡Menos mal que tiré de experiencia y de red bull que te da alas! Y levanté el ánimo, ese bajón que pasé en otras ocasiones antes de amanecer allá las 3/4 de la mañana, ya no lo tuve.

Las vueltas fueron cayendo y aunque cada uno iba a su estrategia, era muy fácil con tanta gente hacer grupetas y que pasaran las vueltas rápidas. Simarro y yo prácticamente las hacíamos siempre juntos, luego estaba Víctor bellod compañero de Sparthatlon que nos acompañaba también mucho, Jesús Rios, Andrés Sánchez y un largo etc. que no me gustaría dejarme a nadie.

Natalia, mi mujer subió a eso de las 11 de la mañana con mi hija pequeña. Que eso ya fue un chute de energía cuando uno ya lleva 15h corriendo y más sabiendo que al terminar cada vuelta ahí iban a estar, ya que este año no tenía que trabajar… También vinieron varios amigos a darme ánimos y a conocer esa locura de carrera, Ramontxu un fiel seguidor, Alejandro Pelu con su hermana, José con su mujer y su hijo. ¡¡Todo eso aderezado con mi hija y su frase una vuelta más papi!! Y que me acompañaba esos primeros 200/300m de cada vuelta, eso hizo que me plantara en 20 horas y 134km cada vuelta en unos 48’ que es un buen tiempo, no hay que ir más rápido o esa es mi estrategia y sin mucha sensación de esfuerzo, con el cansancio lógico y aunque eran las horas más centrales del día sobre las 15h no tener esa sensación de ir fundido también por el calor como el año anterior. Mis compañeros de batallas iban dejándolo porque creían que había llegado el momento y por qué habían conseguido el objetivo más que sobradamente. Así, que el primer objetivo era superar las 22 vueltas del año pasado y ya llegar a las 24 que equivalían a 100 millas. De ahí el porqué de que cada vuelta tenga 6’7km. Llegamos a las 24 con la ayuda de Andrés Sánchez que era su objetivo y aún fue capaz de dar una vuelta más, también me ayudó un montón Iván Perea (el ganador de la prueba con 38 loops) para ver su estrategia de cuando correr y cuando andar. Es un tío excepcional que te ayuda un montón, por qué, aunque seamos contrincantes de alguna manera, también somos compañeros y nos ayudamos. Siempre cada uno con su “Toc” de cuando correr y andar y también cada uno con su nivel.

¡Así me planté en la vuelta 27 180km ya había hasta terminado la final de la champions! En ese momento quedábamos 8 corredores en pie aún. ¡Estuve hablando con un chico argentino, perdón por no acordarme del nombre! Y me comentó que esa era su última vuelta. Las malas sensaciones le habían invadido y dolores musculares. Salió muy muy despacio, cuando me lo cruzaba en los giros de 180º cada vez tardaba más en verlo. Así que cuando llegué en 53’ por qué cada vez costaba más llegar, me dije que, si el chico no llegaba en tiempo, que ahí terminaba mi carrera que 180km estaba bien. ¡Creo que iba rezando para que no llegara en tiempo! Pero el tío tuvo que correr al final como un gatopardo, y entró en tiempo. Así, que, si quería quedar un puesto más arriba, aunque eso no significaba nada, tocaba dar una vuelta más. Estaban haciendo una barbacoa los de la organización, así que fui a buscar gasolina extra, me hicieron un montadito de panceta que me hizo resurgir del mismísimo infierno encima de postre, cayó un croissant de chocolate. Así que iba a tope al ponerme en la línea de salida tanto fue así que me planteé ir a por los 30 loops y pasar de los 200km, 201 km para ser exactos. Tengo que darle las gracias a Kristian compañero de Sparthatlon que me dijo lo de la barbacoa y todo lo que me apoyó para continuar, menudo compañero voy a tener. ¡Gracias a él saque alguna vuelta más, pero realmente la euforia me duró poco y a mitad del recorrido ya estaba igual que en la vuelta anterior! 😅 así que decidí abandonar en la vuelta 28 con 187km (mi mayor distancia corriendo hasta día de hoy) quedando aún 6 corredores en pie. 6 loops más que el año anterior, casi un maratón más que el año anterior y un montón de amigos más que el año anterior! Así que contentísimo con el resultado, un buen test de cara a Spartathlon y como dato, en la vuelta 37 quedaban 4 corredores en pie y decidieron abandonar 3. El ganador tuvo que dar una vuelta más para declararse así y consiguió 38 vueltas. Iván Perea con casi 255km.

Seguimos trotando, saludos.
Tomas Garcia “Tommy”

COSTA BLANCA TRAILS 103 KM (18 Noviembre 2023)

Reflexión: ¿Merece la pena tanto sacrificio, tantas horas de sueño, tantas horas quitadas a la familia, sudor, dolor y lágrimas por esta majestuosa carrera?

Esta carrera era una de las que tenía marcadas en mi calendario futuro, pero quizás no tan pronto y con tan poco tiempo de preparación.

El año anterior, los hermanos Méndez, se prepararon realizando la distancia de 65km y así es como nos propusieron ir a por los 103km. A pesar de que José Antonio Méndez tenía su dorsal, por un motivo u otro no pudo ir a la carrera, y así fue cómo me cedió su dorsal.

Pasó el tiempo y llegó el día, en el que los integrantes del Club A To Trapo estábamos esperando el pistoletazo de salida.

El primer reto era afrontar la subida al Puig Campana, fue una subida larga y en mi opinión dura y encima de noche. Empezamos todos juntos, para mí era una incógnita cómo afrontar esta subida, puesto que la carrera era muy larga y no tenía experiencia en este tipo de ultras. Como tenía que dosificar mis energías, coroné esta montaña unos metros por delante de mis compañeros de batalla. En la bajada, me dejé caer y me distancié más del resto de los integrantes. En el avituallamiento, esperé a Tomás a Gosa y a su hermano Fernando. El primero en llegar fue Tomás y decidimos ir los dos hacía delante sabiendo que Gosa y Fernando nos alcanzarían más adelante.

Dicho y hecho, en el siguiente avituallamiento nos alcanzaron. Pasan los kilómetros y empezamos la subida a Mallada del Llop. El fenómeno de Gosa se pone al frente del grupo y tira de nosotros toda la subida, una muy larga y pesada. Llegamos con los primeros rayos del sol, todavía las fuerzas nos acompañaban. Para mí, fue una gran experiencia correr por la noche en esta travesía. Hicimos gran parte del maratón de Confrides, que conozco bien de ediciones anteriores, sabía lo que me esperaba.

Como quién no quiere la cosa, ya nos encontrábamos en Confrides, estábamos a mitad de recorrido. Tomás y yo, llegamos por delante del resto de los integrantes, estuvimos esperando a que llegaran Gosa y Fernando. Cuando llegó Gosa nos avisa de que su hermano se va a retirar. Previamente, Tomás se empezó a encontrar mal con náuseas y tuvo que retirarse. Siempre estaré agradecido a Miguel, por estar pendiente de nosotros y sobre todo los bocadillos tan buenos que nos trajo de jamón serrano.

Solo quedábamos Gosa y yo en este reto tan duro, en el que íbamos controlando los tiempos de corte. A pesar de que ya se notaban los kilómetros tiramos para adelante. Seguíamos haciendo kilómetros y afrontamos la subida a Aitana. Gosa corona unos metros por delante de mí. En el recorrido de la cresta yo me quedo atrás, porque prefiero ir tranquilo ya que el tipo de terreno no era para correr mucho y más sabiendo, que en un rato habría un tramo en el que podría correr y alcanzar a Gosa.

Hasta este momento iba todo bien, cansados y dosificando las fuerzas para batirnos contra la bajada del Sella, ya que me habían comentado que era una bajada muy técnica y podría ser peligrosa hacerla de noche. Y eso fue lo que pasó, en la bajada Gosa, tiró para adelante puesto que ya conocía el terreno de ediciones anteriores, me bloqueé, estuve a punto de caerme en varias ocasiones, en las que me veía solo, de noche, con muchas ganas de llorar y de abandonar. Pero saqué fuerzas de donde no las había, llegué al avituallamiento sabiendo que allí vería a mi mujer, a mi perrete que me hicieron cambiar de opinión y así conseguir este gran reto.

De ahí a meta nos quedaban 20km, en los que ya se notaba el cansancio pero que aun así conseguiríamos terminar. Y así fue como metro a metro, kilómetro a kilómetro conseguimos cruzar la línea de meta.

Agradecer a Gosa por tirar de mi en los momentos más difíciles y duros del último tramo de la carrera, sin él, sin mi mujer y sin mi perrete no hubiera terminado esta carrera.

Ha sido una experiencia maravillosa correr esta carrera tan bonita y tan dura al mismo tiempo.

¿Volveré a hacerla…?

Juan Jose Punzano.

El enlace a los resultados:
https://www.mychip.es/m/655ca739e4819f8b7c3a00ed

El enlace al Track:
https://es.wikiloc.com/rutas-carrera-por-montana/gtcb-103k-151148232