Una jornada en Salzburgo (11-Octubre-2016)

Los miembros de la expedición de A To Trapo, que aún quedamos por estas tierras Germánicas, decidimos separarnos después de haber compartido unos días en los que hemos sido una piña a la hora de visitar lugares, comer, cervezear, etc.

Unos deciden quedarse en Munich y seguir visitando los lugares que esta ciudad alberga. Otros encaminan sus pasos hacia Dachau, para visitar el campo de concentración. ¡Suerte compañeros! Puede ser una visita dura, de las que, como poco, impactan.

El resto, un grupo bastante numeroso, decidimos dirigirnos a la ciudad de Salzburgo muy próxima, a una hora y medio en tren, 116k, como quien dice, a distancia de ultra trail. A las 9´55 partimos desde la estación central de tren-metro, que ya controlamos bastante bien, sobretodo porque la noche anterior, varios compañeros hicieron una visita de reconocimiento para localizar el tipo de billete que más económico nos permitía viajar así como los horarios de salida.

El trayecto se hace corto entre chascarrillos y batallitas que nos va contando nuestro “jefe” de grupo, Jesús, interesantes todas, por supuesto.

img_2126Llegamos a la estación de Salzburgo y sin darnos cuenta hemos pasado a Austria. Estamos en la cuarta ciudad más poblada de este país y una de las ciudades más bonitas de Europa. Su nombre significa en alemán Castillo o ciudad de la Sal, debido a las barcas que transportaban la Sal por el río Salzach y que pagaban aquí un impuesto. Pero también es la ciudad donde nació un genio de la música como fue Mozart y ello se notará más adelante en la cantidad de tiendas que venden todo tipo de artículos relacionados con el compositor y en la cantidad de carteles que anuncian conciertos en la ciudad.

Caminamos siguiendo las indicaciones que el día anterior nos dio Carmen, la guía en la visita al Castillo de Neuschwanstein, hacia el centro de la ciudad. Poco a poco vamos metiéndonos en su corazón. Llegamos al famoso Palacio de Mirabell donde en sus jardines se rodaron escenas de la película Sonrisas y Lágrimas que todos tenemos en nuestro imaginario. Entramos en esos jardines atravesándolos camino del casco antiguo y disfrutando de su perfecta disposición, de la fuente central, todo ello después de que el compañero Julián nos leyera la información que se había preparado sobre la misma ciudad. ¡Julian, eres un máquina! Muchas gracias.

Continuamos caminando y llegamos al río Salzach donde ya podemos contemplar la ciudad histórica flanqueada por el monte Mönchsberg en la ribera derecha del río, donde se encuentra presidiendo majestuosamente la ciudad, la fortaleza de Hohensalzburg, de la que se dice nunca fue conquistada del todo a lo largo de su historia. Se trata de un complejo de murallas y baluartes defensivos a la que se accede por un funicular. A la izquierda la otra elevación que rodea la ciudad por la parte izquierda del río, el monte Kapuzinerberg.

Cruzamos el río por el puente de los candados que en realidad se llama Puente Makartsteg y es uno de los cinco puentes con más candados del mundo. Estos candados los colocan los enamorados para simbolizar su amor y según he leído esta costumbre, que ya es mundial, viene desde que Federico Moccia escribió el libro que luego dio origen a la película “Tengo ganas de Ti” en la que dos enamorados colocaban un candado en un puente sellando así su amor.

Encaminamos nuestros pasos por la arteria principal de la ciudad, repleta de tiendas de todo tipo en la que predominan, como he comentado anteriormente, las dedicadas a Mozart. Al principio de la calle nos encontramos con la casa museo del compositor. Alcanzamos pronto la el barrio de la catedral y en la Residenzbrunnen o Fuente de la residencia, nos dividimos en pequeños grupos para visitar la ciudad antigua.

image2En este espacio de la ciudad tenemos La catedral de Salzburgo, edificio del S. XVII que inicialmente empezó a construirse en el año 744 y que sufrió desde incendios a derribos, por lo que tuvo que ser reconstruida a lo largo de los siglos. Enfrente de la catedral, el Palacio de la Residencia, un complejo cultural en el que se puede visitar las salas del propio palacio y donde actualmente se dan conciertos y hay exposiciones. En su sala de conciertos fue donde Mozart dio su primer concierto en 1762 a la edad, nada menos, que de 6 años.

Seguimos callejeando, visitamos un pequeño mercadillo y nos dejamos llevar por un agradable olor a dulce y a pan que proviene de un pequeño horno en una plaza chiquita, con un molino de agua antiguo. A la derecha la entrada a las catacumbas y cementerio de San Pedro, un lugar realmente bonito, quizás el cementerio con más encanto que he visitado, un espacio repleto de panteones y tumbas con una pequeña iglesia y con buena parte de esos panteones encastados en la roca del monte que por ese lado llega hasta el propio cementerio. A su espalda el monasterio de San Pedro.

Llega la hora de la comida y tras reponer fuerzas, decidimos subir a la fortaleza, pero no por el funicular no, sino a pie, que las piernas ya se van recuperando tras la maratón del domingo, pero al llegar a su entrada nos damos cuenta que no nos va a dar tiempo de visitarla por completo y decidimos seguir caminando atravesando el pulmón verde donde está la fortaleza. Nos conformaremos con lo que nos cuenten otros compañeros que sí han subido a ella.

Llegan las 5 de la tarde, la hora acordada para reunirnos y volver a Munich. De nuevo nos dirigimos a la Residenzbrunnen donde compartimos las experiencias con los compañeros que van llegando, con un denominador común, lo agradable que ha resultado ser Salzburgo para pasear, una ciudad con mucho encanto.

La lluvia hace acto de presencia en nuestra vuelta a la estación para coger de nuevo el tren que sobre las 8 de la tarde nos deja en Munich. Ha sido un día completo y muy agradable. Toca cenar y comenzar a hacer la maleta. Mañana regresamos a casa.

XIV Carrera por Montaña de Cuenca (13-Marzo-2016)

01Una vez acabado el Rato Reto y siguiendo con esa especie de “ansia” por conocer cada rincón de nuestra tierra, decidimos correr la Maratón/Media Maratón de montaña de Cuenca.

Esta vez fue todo un lujo. Los que siempre nos dan fuerzas desde su corazón, pudieron hacerlo in situ.

Así que en Cuenca nos plantamos con la familia bajo la tutela del maestro y gran guía Julián.

Fin de semana de perfecta preparación para la carrera: chuletitas, croquetas, tortillas de patatas, torreznos y mil cañas rodeados de la mejor compañía.

02Salvado el escollo de un fuerte pinzamiento en el sacro ilíaco que quiso llegar la tarde del sábado, el domingo a primera hora estábamos otra vez, los García Pa Rato junto a Julián y Verena (gran podio!) dispuestos a correr los 42 km y + D2200 aproximádamente y el decano de la carrera, Manolo, esperando a enfrentarse a una dura media maratón. 69 años y sigue disfrutando de esto que tanto nos gusta, como diría el presi, Old Runners Never Die!

La carrera es una pasada, a los pocos metros dejamos el asfalto y nos adentramos en la serranía de Cuenca, la rodeamos y pasamos por los sitios más emblemáticos de la ciudad, tocando las antenas, el puente de san Julián, las casas colgadas y como postre cruzamos el barrio del castillo.

Mucho sube/baja pero un circuito especialmente corredero, salvo en algunos tramos técnicos que no teníamos en mente.

Por mi parte, sufro más de lo esperado por el dolor en la espalda y porque probablemente, no era mi día, pero gracias al siempre apoyo incombustible de mi apéndice en las carreras, conseguimos llegar, como siempre, cogidos de la mano.

0506Muchas gracias a Julián por las recomendaciones y enhorabuena a Verena por el podio conseguido, eres una máquina!

Borja

1401188_895992690521873_4989014018694195876_oEl domingo tuve la oportunidad de correr por primera vez en Cuenca, en el Maratón de Montaña de Cuenca (MAMOCU). Confieso que tenía ganas, porque en 2012, cuando esta carrera fue Copa de España, yo estuve allí como espectadora. Hicimos un vídeo y todo de ese año. ¡Échale un vistazo, te va a gustar!

Al final he podido quitarme la espinitia. Y estoy feliz porque aunque no ha sido mi mejor carrera, ya que me costó muchísimo esfuerzo encontrar ese “flow”, por lo menos conseguí no venirme abajo en ningún momento y remontar a medida que pasaban los kilómetros. Rara es la vez que hago una carrera de menos a más. Siempre soy: o bastante regular o empiezo fuerte y la fastidio al final. Pero en este caso ha sido distinto, porque… “Cuenca es única”.

12829037_860399670749315_4149199866822310197_oGracias a los amigos Vidal, Naxete, Borja, Rosi, todos gente estupendísima.

Cuenca DEFINITIVAMENTE merece que la visitemos más veces. Os recomiendo el Hostal de la Luz . Excelente ubicación y un trato familiar. Y cada vez más importante para mí: un alojamiento dog-friendly 🙂

La organización de la carrera EXCELENTE. Gracias a todos de verdad. MAMOCUtrail

Verena

“The runner in the shade”

“A Dios pongo por testigo”… que yo también corrí la media maratón de Cuenca.

Es lo que tiene no conocer a todos los componentes del grupo y salir una hora más tarde que los participantes en la maratón, me perdí así la foto de salida con los García Pa Rato, Julián y Verena y parece que no estuve pero sí, allí estuve con el dorsal 56 en una carrera que para mí fue especial porque era la primera prueba de montaña a la que me inscribía. Estaba dando el salto a otra dimensión o por lo menos así lo estaba viviendo, después de haber escuchado las bondades de correr en plena naturaleza, así que imagínense ustedes como estaba, como un niño con un juguete nuevo.

1040090_896166557171153_221731476794766913_aEl fin de semana comenzó bien, me fui para Cuenca con mi chica con la idea de aunar deporte, gastronomía y relax, en definitiva, un fin de semana tranquilo para ir sobrellevando esta vida tan ajetreada que llevamos. Por la noche y al día siguiente, sábado estuvimos con Julián, gran anfitriónión, junto con su mujer Mari Carmen y otros amigos, Ernesto y Marisol. Muy buena gente donde las haya. Y como dice Borja en su crónica, había que llenar el depósito a base de probar las especialidades de la zona. Así que degustamos desde morteruelo a zarajos, pasando por el ajoarriero, la lengua, etc. En fin… hidratos y más hidratos. Todo ello regado con unas buenas cervezas.

IMG-20160313-WA0003-1Y el domingo con menos dos grados a correr. Coincido en la salida con Manolo el decano de los García Pa Rato. Compartimos primeros metros, consolándonos de frío pensando en que si la prueba se hubiera disputado dos fines de semana antes, estaríamos corriendo con nieve. Empiezan las primeras rampas saliendo del barrio de Sa Antón y a formarse una serpiente multicolor de corredores. Intento correr todo lo que puedo, no dejándome llevar por la emoción que tengo de pisar tierra, recordando que debo correr con cabeza, que la prueba es dura, pero me encuentro fuerte, así que zancada corta y para arriba. Pierdo a Manolo de vista y tengo un sentimiento de admiración por la fortaleza que tiene este hombre, todo un ejemplo a seguir. Me hubiera gustado conocer a sus hijos, ya coincidiremos en otra ocasión, seguro.

La primera bajada me resulta superdivertida, adjetivo que puedo aplicar a toda la prueba, incluyendo las subidas, la primera de ellas realmente fuerte la que nos deja en las antenas. Allí conozco a Verena que llega unos minutos detrás de mí pero que ya está en el Km. 17´5. Recuperamos fuerzas y adelante. Pasamos por el puente de las Casas Colgadas y otra subida por el parador hacia el vía crucis que nos lleva a un Cristo que hay en lo alto y desde allí una fuerte bajada, que acaba en un descenso con cuerdas en una pared de unos 5 metros, lo dicho una diversión, para llegar de nuevo a Cuenca y enfilar la tercera subida hacia el Castillo. Bajada de nuevo para cruzar hasta el río Júcar y de nuevo subida hacia la ermita de San Julián. Lo más duro ya está hecho.

En la última bajada antes de volver a entrar en la ciudad sufro porque mis rodillas ya van cargadas. Me acuerdo de lo que me decía Julián, que iba frenándose con los pinos porque eso mismo hago yo de forma instintiva. Y ya está, unos metros más y llego a meta con 3horas 47, contento, cansado pero satisfecho de la experiencia vivida, con ganas de volver a repetir, porque no sólo he cambiado el terreno, las sensaciones han sido distintas, el ambiente entre corredores también es otra cosa, hay más solidaridad, más risas. Quizás por todo esto hay gente que me dice una vez que pruebas la montaña te enganchas.

Un saludo a todos.

 Jota

Maratón

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Borja Sen Masc 5:47:45 88 68
Nacho Sen Masc 5:47:47 89 69
Verena Vet Fem 5:58:09 104 3
Julián Vet Masc 6:33:09 142 30

 

Media Maratón

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Jota Vet Masc 3:46:52 228 32
Manolo Vet Masc 4:34:08 276 40

Viaje a Puente Genil

IMG-20160222-WA000El domingo, 21 de febrero, veo un correo de Jesús que nos comunica la muerte de su madre. Inmediatamente le envío un wasapp preguntándole hora, día y lugar del entierro. Me responde que el lunes a las 13 horas en Puente Genil. A renglón seguido pongo un correo a Pepe Gil, con el que ya acudí hace 9 años también a Puente Genil al entierro del padre. Poco después me llama diciéndome que está disponible. Va a contactar con Rafa Olivares por si se viene. Un compromiso previo le impide acompañarnos, como hubiera deseado. A las 6.45 del lunes pasa Pepe por casa y vamos directos a Librilla, pequeña población murciana en la ruta a Andalucía, donde recogeremos a Saula, hija de Jesús, que pasa a dejar sus perros en casa de sus suegros. Poco después seguimos el viaje pasando por Puerto Lumbreras, las sierras de María, esta vez sin nieve, los Vélez, y cerca ya de Granada paramos en una venta a desayunar. Acertamos en la elección porque todo lo que había era apetecible, desde el fuego de leña al fondo de la entrada a la izquierda, a las botellas de aceite, envases de miel, jamones con chorreras, quesos manchegos en aceite. Por suerte pedimos media tostada cada uno porque era una rebanada de la parte central de la hogaza que se salía del plato. Aceite, quesos, tomate y un café con leche, con miel a disposición. Aunque parecía excesivo el desayuno, dimos buena cuenta de él. Fuimos conversando en el viaje desde las mafias rusas de Torrevieja, donde trabaja Saula, hasta la traición del Duque de Alba a sus amigos los condes de Egmond y Horm, que de luchar junto a ellos en la batalla de San Quintin en defensa de Felipe II, fueron apresados, juzgados y ajusticiados en Bruselas el año 1568. Llegamos a la calle de la Amargura, junto a la Iglesia, casi a la vez que el féretro funerario desde Madrid, donde vivía últimamente Charo, en casa de su hija Carmina. Algún grupo de parientes y amigos, ya más bien de los hijos. Ambiente distendido. Cuando una persona muere de muerte natural a los 96 años es tan natural la situación que está desprovista de toda tragedia, si acaso la pena propia de perder a un ser querido que, por otra parte, ya había perdido casi los vínculos cerebrales que la unían afectivamente a sus hijos y nietos. Por eso Jesús, su hijo, se permitía bromear cuando le decía a algún viejo conocido o pariente: “Hemos traído a Charo en el coche porque ya no podía subir las escaleras”. La verdad es que la antigua casa de Charo está en un extremo de la plaza de la Iglesia, en la parte más baja y con una cuesta endiablada, que sin duda ella subiría como una ardilla va de rama en rama, porque esa es la imagen que me ha quedado de ella por lo poco que la conocí y, sobre todo, por lo que sus vecinos y parientes decían. Persona pequeña, ágil y activa. Acabada la ceremonia religiosa y ya en la puerta de la iglesia se me ocurrió decir a los amigos de infancia de Jesús si allí se podía tomar algún vino fino.-¡Hombre, dijo uno más bien entrado en carnes, de cara rojiza y con la cabellera rizada, aquí mejor que en ningún lado pero la costumbre es que paga el forastero! Había además otros dos chicos, hermanos, uno que sigue viviendo en el pueblo, con el cigarrillo siempre en la mano o en el labio algo descolgado, acompañado de su mujer, profesora de biología y el otro que vive en Jerez y a cuenta de cuyos finos tuvieron polémica cachonda. De allí nos marchamos a la bodega Ricardo y tuvimos ocasión de probar vinos finos en rama, que son jóvenes algo afrutados y después otros más fuertes llamados “segunda bota” o “tertulia”. Sacaron tapas variadas, desde pelotitas en salsa hasta unas finísimas y riquísimas lonchas de tocino veteado. Todo especial, pero inevitablemente y siguiendo la tradición hubieron de pagar los forasteros. Los parientes más próximos de Jesús, sus primos Charo y Cesáreo, se empeñaron en que los acompañáramos a comer a su huerta, allí mismo, a los pies del pueblo y muy cerca del río. Aquello parecía otro mundo, desde la ausencia de asfalto, eran veredas de tierra como toda la vida, a la distribución de las casas, el olor a animales de labranza, las ropas de los hijos de Cesáreo y Charo, con olor a huerta, a tractor, las manos encallecidas, y una actitud acogedora en todos ellos. Parecían más anchos que altos de acoger a sus primos y a los amigos de sus primos que habían venido de tan lejos al entierro de su tía Charo a la que parecían adorar. Nos hicieron entrar en un pequeño salón junto a la cocina. Allí una mesa rebosante de platos con jamón, morcilla, cabeza de jabalí, salchicha seca, longaniza, queso, aceitunas, platos con trocitos de pan y torta de chicharrones, patatas, cerveza, vino, ensalada de lechuga, ensalada murciana, aquello parecían las bodas de Camacho. Y eso eran los aperitivos, después vendría el gazpacho, los callos, el arroz, los dulces, ¡yo qué sé cuántas cosas nos sacaron! Aún quedaba el queso tierno con dulce de membrillo que, claro, no podía faltar en esta tierra. Sentados al fondo, como patriarcas Cesáreo con cara de satisfacción y otro hermano de su mujer, dando el visto bueno a la comitiva que desde la cocina no paraba de llevar presentes. Después de la comilona, Pepe y yo hubimos de contenernos porque después nos esperaba un largo viaje de regreso, nos dimos un paseo por los alrededores, la huerta que cultivan y de la que viven. Nos enseñaron otra dependencia con un gran salón con la chimenea casi humeante al fondo, y en otros habitáculos, a los que nos hicieron pasar guardaban, ¡pásmate! una ristra de jamones colgados del techo, pero al menos 15, y en un arcón de madera rústica como palas de tocino envueltas en sal para conservarse y curarse con varios niveles. En otra dependencia contigua Cesáreo nos mostraba orgulloso sus más de 100 kilos de dulce de membrillo distribuidos en distintas vasijas y para su uso de todo el año. Todo lo que allí tienen lo crían, lo elaboran y lo guardan ellos. Una vida casi como en tiempos antiguos y todo a un paso de esa ciudad bañada por el río que viene de Granada. Nos fuimos despidiendo después de mirar por última vez los tres caballos que tienen para montar, porque para el cultivo ya están los tractores, de guardar en una bolsa unas muestras de ajos de su cosecha y unas cápsulas de nogal americano que se yergue gigante y moribundo, rodeado de plantones jóvenes y mirando de tú a tú a los hermosísimos eucaliptus que, a distintos niveles y como los antiguos dioses lares, protegen la casa y la finca. A las 5.30 iniciamos el viaje de regreso con una parada para tomar café y repostar en las proximidades de Gor. Al paso por el puerto de la Mora, solo se notaba su antigua fama de inaccesible, porque los camiones iban con las luces de posición encendidas y a ritmo de tortuga. Ni rastro de nieve. A las 10.30 estábamos sanos y salvos en casa pero con un catarro incubado que aún hoy, mientras escribo estas notas, me da vueltas en la cabeza.

San Juan, 24 de febrero de 2016
José Luis Simón Cámara.

38 Maratón de San Sebastián (29-Noviembre-2015)

42 años y 165 días (… casi, casi)

Desde hace un par de años, en una cena del grupo, en la que nuestro amigo Fran Calores me relató lo bien que lo pasó en el Maratón de Donostia, me rondaba la idea de acudir algún día.

Tras darnos un tiempo el Maratón y yo, por haber abandonado en los dos intentos de 2013, el año en que cumplía 42 años se me reveló como señal inequívoca de que era el momento de volver a preparar la prueba reina de los corredores de fondo y, de paso, quitarme la espinita de los abandonos.

2015-11-29 08.44.47Después del verano, Pili aceptó de nuevo apoyarme con su sabiduría y experiencia enviándome semanalmente un plan de entrenamiento que empezó con cuatro sesiones semanales y acabó con cinco, no porque las necesitara físicamente (según ella), sino para que me sintiera más seguro y mi coco no me hiciera abandonar en el tramo final de la carrera.

Me inscribí allá por Julio, por lo que ya no había marcha atrás y aproveché para organizar unas vacaciones familiares que, aunque breves, nos están permitiendo una visita fugaz, insuficiente a todas luces a San Sebastián, Hondarribia y Suances, en Cantabria, en una visita a unos fantásticos amigos que tenemos en la zona, degustando pinchos, vinos, carnes y pescados que, aun sin correr, merecería la pena probar, pero a lo que voy….

La salida del Maratón a las 9:00, quedo media horita antes con Pili y Juanma cerca de la salida para hacernos la foto de rigor, Pili me comenta que no está bien, lo que me deja más tranquilo, (ya que eso significa que está a tope) y a nuestros cajones, cada cual teniendo claro el objetivo. Pili y yo con la idea de hacer la carrera a 4’50’’ y Juanma, que me confesó que, nunca había entrenado tanto una carrera (he de confesar que yo tampoco) a hacerla cómodo y bajar la marca que venía de hacer en Chicago, pero sin presión.

Esta edición hace coincidir la prueba del Maratón con una media y un 10 k.

El recorrido del maratón son dos vueltas iguales, comenzando en la Avenida Madrid, cerca del estadio de Anoeta, remontando la desembocadura del rio Urumea en la que disfrutamos de maravillosas vistas de fachadas y puentes sencillamente espectaculares, durante los primeros cinco kilómetros y vuelta hacia el mar, llegando a la playa de La Concha allá por el kilómetro 9 recorriendo el paseo marítimo y dirigiéndonos hacia la zona conocida como Antiguo, pasando por túneles y amplias avenidas.

Captura de pantalla completa 01122015 144007.bmp

Foto de la organización www.maratondonostia.com

El día acompañaba, unos diez grados y cielo nublado, Pili y yo íbamos muy cómodos, charrando y bromeando al ver a un chaval corriendo con pantalón de chándal. En varias zonas nos cruzamos con Juanma, profiriendo alaridos de ánimo de ida y vuelta. En el kilómetro 10 pasamos junto al hotel donde yo me alojaba y veo a mi mujer y mis hijos a los que saludo y ya volveré a ver en el Estadio de Anoeta, donde se sitúa la meta. En el kilómetro 11, cosas del maratón, Pili tiene que hacer una visita para aliviar fluidos y me pide que no pare. Me cuesta no hacerlo, trato de bajar un poco el ritmo, pero tengo fe ciega en ella y no paro. Tras salir, tuvo que hacer un kilómetro a 4’14’’ para alcanzarme de nuevo. Volvemos hacia la playa frescos, primer tercio superado, y ya estamos enfilando un tramo de avenidas de tres kilómetros de vuelta al estadio, en cuyos alrededores se concentra la mayor parte del público y familiares. Cuando entramos por primera vez en el estadio, al salir, kilómetro 22 le digo a Pili lo bien que vamos, que lo estoy pasando bomba y seguimos al lío.

Tenía claro que mi carrera empezaba en el kilómetro 30 y así fue. Los kilómetros empiezan a pesar y la frescura de la primera parte a partir de ese kilómetro se torna un esfuerzo titánico por mantener el ritmo y seguir a toda costa a pesar de los mensajes que le envía el cerebro al cuerpo de pararse a un lado. Hoy no tocaba, iba decidido a terminar como fuese, tenía mil motivos para seguir. Trataba de ralentizar un poco el ritmo y seguir, vamos, tú puedes era el único mensaje.

Llegamos al kilómetro 38, y de ahí al final fue Pili la que me hizo no desfallecer, no paraba de hablarme, de gritarme, de decirme que ya lo teníamos, que arriba, que yo podía, en fin, de todo, su compañía fue la que me hizo seguir apretando los dientes hasta entrar en el estadio y cruzar la meta juntos y fundirnos en un abrazo.

Pili se quedó a esperar a Juanma, que menudo carrerón que hizo. Yo habría querido esperarle para darle un abrazo, pero mi físico no me permitía más que ir a por la mochila al guardarropa para abrigarme cuanto antes, ya que los temblores y vómitos aparecieron de nuevo.

Al rato de estar en el Hotel, por fin pude comer algo y tranquilizar a todos aquellos que se preocupaban por mí, tanto en Donostia cómo en Alicante.

Al grupo completo de A TO TRAPO, mil gracias por vuestro apoyo, tanto gatopardos como “cabras montesas”, y un agradecimiento especial siempre a Minerva, mi mujer, por su apoyo y paciencia infinita y muy especial a Pili y Fernando, personas que se cruzan en tu camino y te demuestran la verdadera cara de la amistad.

Enlaces sobre esta prueba

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Juan Enrique V40M 3:20:18 989 286
Pili V45F 3:20:18 990 5
Juanma V55M 3:30:54 1544 38

38º Chicago Marathon (11-Octubre-2015)

Chi town – CHICAGO – The Windy City

2015-10-09 11.13.45Chicago siempre había estado en la lista de las ciudades que quería conocer. Así que cuando Pili me preguntó si quería acompañarla a Chicago, la tentación simplemente fue demasiado grande y dije que sí. Así que nos inscribimos y ¡qué alegría cuando nos dijo Juanma que le había tocado la lotería y que también correría la maratón de Chicago de 2015! Después de los 4 meses de entrenamiento de rigor (y durante el verano), el 8 de octubre nos pusimos en marcha Juanma, Julia, Pili y yo para coger el tren a Madrid y luego continuar en vuelo directo a Chicago. Ya en el viaje Pili se iba encontrando con toda una pandilla de amigos corredores, todos con el mismo destino y objetivo que nosotros.

2015-10-09 11.42.07La ciudad del Viento, o Chi Town como también llaman esta ciudad, está ubicada en el centro/norte de EE.UU., a orillas del lago inmenso de Michigan. Según las estadísticas, para octubre ya nos esperaría bastante fresquito y viento, así que llené la maleta de jerséis y abrigo, paraguas que no falte tampoco. ¡Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando nos llegó de parte de la organización el aviso de la bandera amarilla anunciando condiciones moderadas debido a las temperaturas altas previstas!

En autobús escolar nos llevan a la feria, para recoger nuestros dorsales e ir respirando el ambientazo de este evento. Excelente organización, recogida eficaz y simpática.

Chicago es una ciudad de belleza arquitectónica donde los grandes maestros de los siglos XIX, XX y XI han dejado su impronta: los edificios emblemáticos de estos famosos arquitectos (Louis Sullivan, Frank Lloyd Wright, Mies van der Rohe, Frank Gehry, Renzo Piano, para mencionar sólo los más renombrados) están allí, uno al lado del otro, dejando constancia de toda una evolución urbanística fabulosa que ha resultado en la famosa Skyline de rascacielos. Así conocemos esta ciudad desde una excursión en barco por el río Chicago, bien explicado por una guía experta en la materia.

2015-10-11 08.22.432015-10-11 12.10.06-3Al día siguiente ya toca la maratón: madrugón y desayuno en el Hostal, donde nos encontramos con un ambiente de corredores de todas las culturas y edades tomando el desayuno, y se respira un aire de excitación y bullicio, aunque algunos están muy ensimismados ante el reto que nos espera a todos. El hostal está justo al lado de la salida y meta de la maratón, lo cual es una ventaja estupenda. Así que nos ponemos en marcha y al salir a la calle, nos enfilamos en la corriente de corredores para pasar el control de acceso. Hace un día espléndido, con un sol que a lo largo de la mañana cogería cada vez más fuerza, y nos dirigimos directamente a los corrales de salida. Hay un ambiente espectacular y enseguida sale el primer grupo. Poco a poco avanzamos hasta que nos toca a nosotros también.

782179_1123_0009 2015-10-11 12.36.46 12120145_1031979793500253_6491885562111149361_o

2015-10-12 18.35.45Cada un@ vivimos nuestra propia carrera. Pero puedo decir que el recorrido nos lleva por una única vuelta en la que varias veces pasamos por el centro de la ciudad. Primero vamos hacia el norte, luego hacia el oeste, para finalmente alejarnos hacia el sur y Chinatown. Acabamos la carrera una vez pasado el Mount Roosevelt, una cuesta corta justo antes de la meta. Qué alegría, qué emociones, y qué satisfacción al encontrarme entre los centenares de corredores que al igual que yo estamos recibiendo la medalla de finisher.

IMG_2656Por la tarde ya toca retomar energías y celebrar: nos tomamos una mega-hamburguesa muy americana con una cerveza que entra de maravilla!!! Por la ciudad se ve tanta gente con la medalla y la camiseta puestas y esa cara de contentos. Chicago también es la ciudad del Blues y de Jazz, y por la noche cenamos en un bar con actuación en directo.

A partir de allí, ya toca explorar más a fondo esta ciudad del Loop (barrio del centro de Chicago). Para empezar, tomamos un desayuno muy, pero muy americano en el Lou Mitchell’s (la camarera no salió de su asombro ante las cantidades de comida que pedimos – ¡y comimos!). Luego ya pateamos las calles de Chicago, para descubrir nuevas perspectivas y monumentos. La línea azul con la que habían marcado el recorrido de la maratón, nos hace recordar los diferentes momentos de la carrera cada vez que nos la topamos nuevamente. Vemos la ciudad desde altura de la torres Willis y Hancock; nos encontramos con el “haba” de Anish Kapoor que hace que Chicago parece tener dos cielos y no sólo uno; con las caras de Jaume Plensa, artista español, escupiendo un chorro de agua en el mismo epicentro del Milennium Park;IMG_7488y ¡vaya sorpresa cuando vimos el desfile del 12 de Octubre todo bañado en verde-blanco-rojo, colores de Italia! No hay que perderse tampoco el Instituto de Arte de Chicago, con su asombrosa colección de arte presentada en unos edificios bellísimos. ¡Ah, y también fuimos a ver a los Chicago Bulls de Gasol!.

Los días pasan volando, y pronto nos toca volver. Con unas maletas más pesadas (¡cómo no!) que a la ida; con mi ropa de invierno sin ponerme (¡qué tiempo más fantástico de otoño); y un baúl de recuerdos de una carrera y un viaje entrañables.

Gracias a Pili por la preparación que me ha permitido llegar bien a la meta y a los compañeros de viaje, ¡que me lo he pasado estupendamente!

Nombre Categoría Tiempo Puesto General Puesto Categoría
Pili W45-49 3:24:58 3364 22
Juanma M55-59 3:47:14 7656 183
Martina W50-54 4:10:06 13492 207